La Virgen de la Encina deja en el aire el 'A Ponferrada me voy' de este domingo de Resurrección; ¿Conoces qué hay de leyenda y qué de historia detrás de la talla más icónica de la capital berciana?

12 de Abril de 2020
Actualizado: 12 de Abril de 2020 a las 20:49
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Es la procesión más antigua de la ciudad de Ponferrada, con más de seiscientos años: Parece ser que los hermanos desfilaban con un uniforme muy similar al que hoy luce la “Guardia Suiza” del Vaticano.
En Ponferrada nunca ha habido una imagen tallada del resucitado. Desde el principio el encuentro se celebró entre nuestra Señora de la Encina y el Santísimo Sacramento.
En esta procesión está el origen de la popular canción "A Ponferrada me voy" cuando habla de las "cuatro pimenteras" que sacan en hombros la Virgen de la Encina, hasta que en los años
cuarenta se inició la costumbre de que la imagen de la patrona sea porteada por mujeres ataviadas con mantilla española. En el último tercio del siglo XX se recuperó la participación de los cofrades, acompañando actualmente aa Santísimo con túnica blanca y sin pucho.

En la actualidad son dos procesiones, una con nazarenos y otra con las mujeres ataviadas con mantilla. Cada una hace su recorrido para encontrarse ambas procesiones frente a la portada del Ayuntamiento, se retira el velo de luto a la Virgen de la Encina bajo el estruendo de las bombas de gran palenque, los repiques de todas las campanas de la Basílica y los Acordes del Himno nacional. Con este Encuentro de Resurrección concluye la Semana Santa Ponferradina.

Virgen de la Encina

Existen muchas leyendas alrededor de cómo fue encontrada la imagen de la Virgen de la Encina. La Diócesis de Astorga, a la que se encuentra adscrito El Bierzo, recoge una leyenda relatando que
en el año 450, aproximadamente, llegó la primera imagen procedente de Jerusalén, traída por el Obispo Toribio.

En el siglo IX, San Genadio la escondió en Ponferrada paraocultarla de las rafias musulmanas, pero con tanto celo que no se supo nada de ella hasta varios siglos después, sobre el año 1300,
en que los Templarios, al comenzar la construcción de su Castillo en Ponferrada, el Castillo de Ponferrada, necesitaron de mucha madera y, al ir a cortar una encina, ésta se partió y en la mitad que quedó de pie apareció un nicho con una imagen de estilo bizantino de la Madre y el Niño.
La imagen actualmente venerada es del siglo XVI