* El siguiente artículo cuenta con el derecho de cita otorgado a InfoBierzo por la parte editora del libro para su reproducción en parte
"En marzo de 2021 fui víctima del acoso de una productora audiovisual, que realizó una docuserie absolutamente extemporánea en que se vertían un montón de falsedades sobre mí. Cuando aquel artefacto vio la luz, empecé a acariciar la idea de escribir un libro. No podía continuar dando la callada por respuesta".
Así comienza el libro de Ismael Álvarez, Escrito queda. El exalcalde desgrana en 371 páginas su primera persona en el conocido como 'Caso Nevenka' que culminó la primera sentencia por acoso contra un político en España. Dicha sentencia se recoge de forma íntegra para cerrar las memorias, como testamento final de un caso que Álvarez considera "un entramado" de facciones políticas y mediáticas que terminaron en una resolución judicial basada, según su relato, "en falsedades".
La serie de Netflix como detonante
En ese primer párrafo expone que el estreno en 2021 de la serie Nevenka en Netflix, realizado por la productora Newtral de la periodista Ana Pastor, fue el motivante del libro. "El tiempo hará su trabajo y extinguirá el último eco de semejante insidia. Pero lo que me trajo el tiempo fue una serie de Netflix (...) historias como la mía y la de Nevenca son una fábula ejemplarizante y tienen garantizado el éxito comercial".
"Veinte años después, el caso Nevenca resucita en forma de serie en la plataforma Netflix. Vuelven a relampaguear las cámaras y la vida se puebla de nuevo de toda clase de fantasías tremebundas, de relatos aliñados con apenas unas gotas de verosimilitud".
Fragmentos de cartas de Nevenka, de puño y letra
Las memorias exponen a un Ismael Álvarez rotundo en su defensa y con atestación de manuscritos de la propia Nevenca (con C, haciendo alusión "al nombre tal como figura en la querella que interpuso contra mí), que hasta ahora no habían visto la luz, y que constituyen el 'secreto' mejor guardado en el libro. Son varios y en varias páginas.
"Tal ver pedir perdón en público me habría salido a cuenta. Llegué a meditarlo. Construir un relato basado en la debilidad humana (...) Pero había un problema: yo no había cometido ningún delito", asevera Álvarez, quien reconoce que "apenas habían transcurrido tres meses desde el fallecimiento de Toñi (si esposa) cuando comenzaron los escarceos con Nevenca, en lo que derivó en una relación consentida entre dos adultos".
Y así lo expone durante todo el relato, reforzando la perspectiva de una "relación consentida". "Mi relación con Nevenca fue corta y tan corriente como miles de historias sentimentales (...) Surgió por el deseo espontáneo de dos seres humanos".
El comienzo de la relación "sentimental"
El libro desgrana al detalle cómo fue surgiendo la relación entre ambos, y que fue Nevenca quien llevaba en un primer momento la iniciativa del acercamiento. "Toñi falleció el 12 de agosto. Seis días después, Nevenca me regaló un libro 'Donde el corazón te lleve'. "Nevenca comenzó a llamarme y animarme a salir con ella y otros amigos" (...) "Sea como fuere fue fraguándose un cariño mutuo que, un día a finales de octubre, derivó en algo más. En el coche, a eso de la una de la madrugada, nos besamos".
Y expone un punto fundamental "a finales de noviembre se produjo el primer encuentro íntimo. Ocurrió cuando ella los propuso". "Lo que tuve claro desde el principio es que no quería una historia de encuentros furtivos. Mi idea pasaba por un proyecto de futuro.
El siguiente punto clave en el relato es la noche del 12 de marzo de 2000. Ahí todo empieza a cambiar. Fue la noche en que el PP logró una mayoría absoluta en las Elecciones Generales. El partido lo celebró en la conocida discoteca Delfos -propiedad del alcalde- y a ella nunca acudió Nevenca, pese a estar invitada. Una noche en la que se perdió el contacto con la también concejala. "Cuando al fin dio señales de vida me confesó que en lugar de dirigirse a la discoteca, tomó el sentido contrario para encontrarse con su novio, o exnovio, ya no sabía bien (...) La relación sentimental entre ella y yo había acabado" y expone que desde entonces "era menester que ambos fuéramos conscientes de nuestra responsabilidad" como compañeros del grupo municipal Popular en el Ayuntamiento. En ese punto Álvarez reconoce que "el buen rollo que había con una parte de sus compañeros pasó a mejor vida y el trato que le dispensaron algunos de ellos no fue todo lo amables que debió haber sido. Un doble error", reconoce.
La querella y las llamadas
En ese punto "mediado el mes de septiembre, Nevenca se ausentó del Ayuntamiento sin dar explicaciones a nadie (...) a finales de marzo de 2001 presentó una denuncia contra mí por acoso sexual". "La querella de Nevenca me dejó estupefacto (...) La querella se asentó sobre un cúmulo de falsedades".
Recuerda además la icónica (en el caso) rueda de prensa de Nevenca en el Hotel Temple, donde anunció la denuncia. "Uno de los periodistas que cubrió la rueda de prensa me facilitó el comunicado que la propia Nevenca repartió entre los asistentes (...); me llamó la atención que los instantes en que interrumpía la lectura para sollozar, coincidían con unos puntos suspensivos (...) 18 veces, tantas como puntos suspensivos había en el papel".
Ismael Álvarez detalla en el libro las supuestas llamadas telefónicas que se produjeron con Nevenca y que "trataron de fundamentar para su acusación en el proceso contra mí en los tribunales". "Hubo llamadas, fueron recíprocas y se produjeron en horario laboral y en su inmensa mayoría se debieron a asuntos de trabajo. Sí existieron, asevera y expone el registro de llamadas de su terminal "otras llamadas fuera del horario laboral. Las que ella me hizo en febrero y en septiembre, en la época del supuesto acoso. Y también mensajes". Alcara Álvarez que la "única llamada" en horario no laboral fue la de la noche electoral, cuando se preocupó por su no asistencia a la fiesta de partido.
El libro recoge durante dos páginas los días y horas de las llamadas que el entonces alcalde recibía de Nevenca, algunas de ellas a altas horas de la madrugada. "Todas las facturas de ambos teléfonos, en las que figura la relación de llamadas, fueron incorporadas al expediente judicial".
Las noches de hotel
Fue uno de los relatos más impactantes de la serie de Netflix, donde Nevenka relata que Ismael Álvarez accedió a su habitación de hotel, contigua a la del alcalde, y buscó relaciones sexuales. Fue el 28 de junio de 2000. Álvarez permanecía en Valladolid en sus funciones como procurador autonómico y "ella programó un viaje. El asunto que teóricamente motivaba su desplazamiento a Valladolid era una reunión con un alto cargo de la Junta" como concejala de Comercio en Ponferrada. "Nevenca resolvió pasar la noche allí y yo llamé a mi secretaria para que reservara una habitación individual para ella (...) Ella declaró que yo accedí a su habitación por la puerta interior, ya que nos habían asignado dos habitaciones contiguas (...) como el hotel acabaría acreditando, ambas puertas estaban cerradas por los dos lados, como es habitual en todos los hoteles". Y recuerda Álvarez que "el magistrado ponente, mediante su voto particular, sentenció: Está acreditado que el hecho no aconteció como ella presenta en su versión. Ni el alcalde penetró en su habitación ni uno por tanto solicitud sexual.
Se pregunta Álvarez a renglón seguido por qué Nevenka "a la semana siguiente de lo que ella considera una experiencia durísima", se ofreció a acompañarle a la boda del hijo de otro concejal, que se celebraba en Estella. "Reservó una habitación doble en Logroño", y recuerda que en el proceso "estos hechos quedaron acreditados y probados por la directora de la agencia de viajes y por un abogado de la empresa que efectuó el cotejo de las llamadas que la agencia recibió de Nevenca". Álvarez insiste en dejar claro que fue Nevenca quien reservó y que lo hizo en una única habitación doble. De hecho el libro recoge una copia del bono de hotel con los datos de la reserva en una de sus páginas.
Un juez influido por la "presión"
Después de varias páginas de relato sobre la acción política de Nevenka en el consistorio que Álvarez detalla, llega el juicio y el entorno mediático nacional. Era la primera ocasión en que un alcalde se sentaba en un banquillo de acusados por un presunto acoso sexual. "Hoy en día sé que no siempre prima la verdad. Es posible que el juez De Pedro me condenara por la presión social, o por el pertinaz trabajo propagandístico que llevaron a cabo medios (de comunicación) de ideología opuesta a la que yo representaba. Pudo doblegarle el temor a que colectivos influyentes entorpecieran su carrera" (...) El juez De Pedro me condenó en mayo de 2002. Al año siguiente la fue renovado el cargo de presidente del TSJ de Castilla y León".
Y recuerda que "cuando conocí la sentencia, y pese a mi absoluto desacuerdo, no dudé un instante en acatarla. Cumplí mi condena y dimitió de todos mis cargos públicos, cuando nadie me obligaba a hacerlo".
Las tres notas manuscritas de Nevenka más íntimas
Aunque son varias más, dos de las notas que recoge el libro son expuestas por Ismael Álvarez como un ejemplo, asevera, de que su relación estaba en un plano distinto al del supuesto acoso que se estaría produciendo. Deja claro Álvarez que son notas recibidas de Nevenka con posterioridad "a terminar nuestra relación" en los meses antes de ausentarse definitivamente del Ayuntamiento.
En la página 80 se recoge la que reza
"Yo te quiero, Isma, aún no sé hasta donde, pero todo ha sido de verdad y necesitaba decírtelo y que supuestas que cada momento a tu lado ha sido cierto".
Y en la página 86 una carta extensa donde Nevenka supuestamente en otra nota manuscrita que se recoge en el libro
"Lo que siento por ti lo tuve claro desde el principio (...) yo sé que esto que siento por ti no se me va a pasar mientras viva (...) Eso me ocurre a mí cuando estoy contigo, cuando te miro o me miras (...)
*Estos son fragmentos de la nota que se encuentra en su totalidad en dicha página del libro de forma más extensa.
En la 101 recoge otra más escueta y directa, y siempre Álvarez recalca que son recibidas con posterioridad a su relación, en el tiempo que convivieron 'políticamente' dentro del Ayuntamiento.
"Definitivamente, ¡te quiero para mí!"
Con ellas Álvarez concluye en varios párrafos tajantes: "Ella se me empezó a insinuar a los seis días de haber enviudado, me siguió telefoneando después del horario laboral después de que nuestra relación finalizara, no le importó externalizar sus celos cuando me veía conversando con otras mujeres, hizo un viaje a Valladolid absolutamente innecesario (...) tramitó personalmente la reserva del hotel en Logroño, me siguió entregando notas manuscritas en tono romántico (...) Todo eso ocurrió. Con todo respeto y con la legitimidad de los hechos privados, considero que sólo se me puede considerar acosador si se omite la letra erre de la palabra".
Acción política y moción de censura
El libro ocupa una gran parte de su contenido a identificar su 'testimonio' político como alcalde de Ponferrada, desgranando la modernización y transformación de Ponferrada durante su labor como alcalde entre 1995 y 2002. Y concluye también con varios capítulos sobre su vuelta a la política en 2011 con su partido IAP, que logró 5 concejales con los que interpuso una moción de censura a Carlos López Riesco, alcalde del PP, y el que fuera su 'primer hombre' durante su labor como alcalde, y quien le sucedió, según relata Álvarez, a petición suya.
En varias páginas atestigua que trató de formar un gobierno estable con López Riesco y el PP, como puente a una posible reintegración en el Partido Popular. "La mayoría de afiliados veían con buenos ojos la operación, pero Riesco se opuso". En dos ocasiones, relata el libro, se intentó en sendas reuniones esta vuelta al PP. La última de ellas con la petición de convocar una asamblea de afiliados Pero López Riesco "respondió que no secundaría la iniciativa".
Una vez IAP obtuvo representación política en las elecciones, relata Álvarez que "Riesco elució a llegar a acuerdos con IAP" y cuestiona que su acción en los 11 años de alcaldía habían derivado en aquellos últimos "a un progresivo declive del pulso político del municipio".
En el libro, Ismael Álvarez se afana en exponer que el posterior acuerdo con Samuel Folgueral sólo fue posible en presencia de dirigentes del PSOE que luego negaron y condenaron dicho acuerdo.
Lo cierto es que "un día después (de que la moción de censura se aprobase en pleno el 8 de marzo de 2013) "yo dimití de mi cargo de concejal, tal como prometí que haría si triunfaba la moción" y que habría sido una de las bases del acuerdo con el PSOE.
"Charo Velasco y Rodríguez Zapatero, movieron hilos para que este Medio (La Sexta) desacreditara la moción y forzaron a Rubalcaba a expulsar a Folgueral y a su equipo".