El proyecto de mejora del hábitat del oso pardo que llevará a cabo Cesefor, dentro del plan Superb de la Unión Europea al que se ha adherido la Junta de Castilla y León, restaurará un total de 140 hectáreas en seis municipios de la comarca del Bierzo.
El taller de presentación de este plan, desarrollado a lo largo de este martes en Carracedelo, contó con la presencia de una treintena de personas que conocieron los detalles de esta iniciativa. La restauración de estos espacios mejorará la flora, la fauna y las condiciones de vida de los vecinos, así como el hábitat de una de las especies más emblemáticas de la zona.
La coordinadora de Superb en Cesefor, Rocío Gallego, presentó las líneas de este proyecto europeo, que se desarrolla en 12 zonas de 12 países. “Nuestras zonas demostrativas abarcan sistemas socioecológicos completos, protegiéndolos y restaurándolos, al tiempo que se tienen en cuenta las necesidades de las personas en cuanto a servicios y beneficios de los ecosistemas”, indicó. "Nuestro objetivo es encontrar las mejores prácticas y recopilarconocimientos prácticos y científicos sobre el éxito de la restauración forestal y sumarlos para su aplicación", añade.
Por otro lado, el técnico de Cesefor, Darío Arias, se encargó de ofrecer detalles sobre la actuación en el Bierzo, que contempla la plantación de ejemplares que sirvan de alimento para el oso o la creación de bosques mixtos. “También se realizarán actividades de silvicultura que mejorarán el modelo de combustible y disminuirá el riesgo de incendios forestales. Con el objetivo de dinamizar las zonas rurales y su desarrollo para implicar a la población local en la gestión de los bosques se harán plantaciones de castaño”, dijo.
El taller también sirvió para recoger la opinión de todos los que viven en la zona y se ven afectados por este proyecto. Entre las principales conclusiones del encuentro, cabe mencionar la inminente licitación del proyecto de restauración y la elevada participación de todos los asistentes, quienes destacaron la necesidad de fomentar el asociacionismo, el cooperativismo, la concentración parcelaria y los incentivos fiscales a los propietarios forestales. También pusieron el foco en acciones de divulgación del trabajo forestal y de la problemática asociada a la presencia del oso para la población rural y la urbana, así como la idoneidad de establecer sistemas financieros que cubran el monitoreo y mantenimiento a largo plazo tras las acciones de restauración.
Por último se habló sobre la necesidad de una Ley de Montes, el cobro de indemnizaciones por los daños del oso o la implicación del sector privado.
