Un total de 25 minutos han servido para que todo el que lo desee pueda disfrutar de esta maravillosa historia, marcada por la vuelta a las raíces y por ese abrazo con los 'sangre de mi sangre' que quizás, sino hubiera sido por el empeño de pisar estos enclaves del Bierzo por parte del youtuber, las historias y memorias que sus familiares aún guardan, jamás podría haberlas escuchado. Sin embargo, un poder de papeles por una finca, fue una de las causas para empezar a 'rascar' en la búsqueda de sus familiares.
Un viaje que llevará guardado para toda su vida, y que irá acompañado por Nahuel Merayo, su primo, hijo de su tío, quien volvió a España con 30 años. Sin embargo, un ente tecnológico les acompañará en todo su camino: un árbol genealógico digital será protagonista durante toda la aventura, ya que se completarán muchas ramas, con antepasados y primos que aún viven, como por ejemplo Manolo, primo del padre de Merakio, o Carmen y su madre, que también afincadas en Folgoso de la Ribera, están unidos al youtuber por ser primas de su abuela Irma, y por lo tanto de su bisabuela, Felisa Piñuelo.
"Es muy verde, todo muy verde", afirma Merakio y su primo Nahuel a su llegada al Bierzo, concretamente a Folgoso. Durante su viaje y primeros pasos en la Comarca, quedan sorprendidos por la vegetación y la minería, algo que llama la atención de Merakio cuando pasea por Folgoso de la Ribera y se encuentra con un monumento de este trabajo que tanta marca dejó en la Comarca del Bierzo y Laciana.
Finalmente, sus familiares accedieron a tener contacto con el youtuber y su primo, les abrieron las puertas de su casa, les enseñaron fotos, y como buenos bercianos, sacaron el embutido y vino para celebrar esta visita tan especial, que en varias ocasiones emocionó a Merakio, como cuando estuvo enfrente de la escuela donde su abuela Irma aprendió a leer en Villaviciosa de San Miguel (antiguo Perros): "aquí es donde aprendió a leer, gracias a esta escuela nos contó tantos cuentos...". Sin duda alguna, una brillante historia llena de amor, ilusión y valentía. Todo esto en El Bierzo, una tierra que vivió en primera persona como sus gentes, con la intención de encontrar una vida mejor, se vio obligada a emigrar en épocas pasadas de la historia.
En este orden de cosas, cabe recordar que el pueblo berciano de Perros cambió su nombre hace 40 años. La historia del cambio de nombre arranca en mayo del año 1976, cuando la junta vecinal pone en marcha los trámites, que acaban llegando al Ayuntamiento de Folgoso y a la Diputación Provincial de León, instituciones que emitieron sendos dictámenes favorables. El 21 de abril de 1978, el gobernador civil Luis Cuesta dio su visto bueno a la nueva nomenclatura y la reunión del Consejo de Ministros del 29 de septiembre dio oficialidad a la medida, que se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) menos de dos meses después, pasando a llamarse Villaviciosa de San Miguel.
