Durante una rueda de prensa junto a responsables de CCOO y de UGT para analizar los presupuestos y el Diálogo Social, expresó el respaldo a que se evite el cierre de la térmica, solicitado por Iberdrola para cumplir con la normativa europea de emisiones, y se mantengan los empleos, si bien arremetió contra la “broma macabra” de que el PP se erija como “adalid de mano dura cuando llevan años poniendo una alfombra roja” a las eléctricas.
Tras reiterar su propuesta de convertir la planta norteña palentina en una central de biomasa, afirmó que no confía en el Partido Popular y calificó de “poco serio” el decreto en el momento en que está prevista su aprobación. “Lo principal es el empleo y lo secundario las compañías eléctricas”, indicó, para las que reclamó “contundencia y mano dura” por sus ganancias a costa de los salarios de sus empleados.
El dirigente autonómico de Podemos rechazó que su partido defienda una cosa aquí y otra en Madrid y calificó de “torticero” que se les acuse del cierre de las térmicas y del final del carbón por aprobar una moción en el Congreso en la que se insta a permitir los mercados de capacidad sólo como una opción de último recurso y cumplir con un umbral en todas las centrales no superior a 550 gramos de C02 emitido.
Pablo Fernández defendió, en tal sentido, un modelo de transición energética y el consumo de carbón autóctono mientras se produce en un entorno que estimó entre 30 y 40 años y añadió de que el final de la minería no se producirá por la moción recién aprobada en la Cámara baja, sino por el incumplimiento reiterado del Plan del Carbón.