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La caravana que recorrió el Bierzo para protestar contra el cierre de la hotelería en Castilla y León partía del estadio El Toralín en Ponferrada a las 10:30 horas de este jueves. El propietario de La Bodeguilla y representante del sector hostelero en la junta directiva de la Asociación de comerciantes del centro urbano de Ponferrada (Templarium), 'Mundi' Martín, ha explicado antes de comenzar el recorrido que demandan ayudas directas y abrir de nuevo "¡ya!". Además, insiste en que cuando vuelvan a abrir "no debe ser con restricciones de aforo, ni con sólo terraza" ya que son "bastante conscientes" y quieren "hacer las cosas bien". "Habrá separación de mesas y las demás medidas igual que las ha habido durante todo el año. No somos el problema", espetaba Martín.
Según el hostelero, la caravana tenía inscritos más de 300 vehículos pero la afluencia ha sido mayor, explicaba, "habrá unos 400 o más, ya que hay muchos ciudadanos y particulares así como muchas furgonetas y camiones de proveedores".
Remarca 'Mundi' que con este cierre están "en juego" muchas más cosas "que los negocios": "nuestras familias, nuestras casas, nuestros trabajadores".
Asimismo, insistía en que no hay que centrarse únicamente en la Navidad, ¿qué para todo el mes de diciembre?¿y este puente?, se preguntaba. "Hay que hacer las cosas bien, y no esperar a Navidades para encima después, volver a cerrar".
Precedidos, literalmente, por un coche fúnebre recorrieron Bembibre, Villafranca del Bierzo, Carracedelo, Cacabelos, Camponaraya y regresarán a Ponferrada, ya que "esto no es sólo dela capital sino de todo el Bierzo".
Fotos: Cesar Sánchez/ICAL
A su paso por las localidades bercianas de Bembibre y Villafranca del Bierzo así se veía la caravana
EL MUERTO ANTE LA JUNTA
Un escrito distribuido por los hosteleros bercianos recoge la posibilidad "reclamar jurídicamente los datos patrimoniales que nos están ocasionando las administraciones con sus medidas sanitarias" tanto de forma individual como colectiva, a través de asociaciones, para tratar de paliar los daños sufridos por las restricciones implantadas debido a la pandemia.
Además de esta propuesta, el manifiesto recoge e insta a manifestarse frente a las administraciones como las delegaciones del Gobierno, la Junta de Castilla y León, ante Hacienda, el Ayuntamiento y el Consejo Comarcal sin importar el día de la semana que sea, "no debemos hacerlo el fin de semana", explicaba el escrito, para "impedir el acceso de funcionarios y políticos a sus puestos de trabajo". Y añadían, "Si nuestros locales son un riesgo, los suyos también. Si a nosotros no nos dejan trabajar y nos abandonan a nuestra suerte, nosotros no les dejaremos trabajar a ellos".
El manifiesto evoca a las movilizaciones de la minería de los años 90. "Dejaron de manifestarse en sus pueblos para pasar a cortar carreteras nacionales y autovías, solo así consiguieron que les escucharan. Debemos tomar ejemplo, el ejemplo de quienes pelearon antes que nosotros por sus derechos. La experiencia nos dice que cuando las manifestaciones se vuelven violentas pierden su fuerza. Es cierto. Pero también es cierto que cuando las manifestaciones no hace daño las autoridades no hacen caso", sentencia el texto.
Fotos: Cesar Sánchez / ICAL