La puesta en marcha del protocolo implica la realización de coprocultivos tanto de los afectados como del personal que trabaja en la residencia y que elabora y sirve la comida. Asimismo, se están procesando los análisis de las muestras testigo de los alimentos consumido, según explica en una nota la administración autonómica.
Tras la sucesión de casos, este pasado lunes fue comunicada la posible existencia de un brote de toxiinfección desde la propia residencia de mayores al Servicio Territorial de León.