Gobierno y sindicatos acuerdan subir el salario mínimo un 5%, hasta los 1.134 euros

El Ministerio de Trabajo y los sindicatos han acordado este viernes subir el salario mínimo interprofesional (SMI) un 5%, hasta los 1.134 euros brutos en 14 pagas. Así, la menor retribución posible escala un año más, esta vez desde los 1.080 euros

12 de Enero de 2024
Actualizado: 12 de Enero de 2024 a las 13:24
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Reunión de Yolanda Díaz en una reunión previa para la subida del salario minimo
Reunión de Yolanda Díaz en una reunión previa para la subida del salario minimo

El Ministerio de Trabajo y los sindicatos han acordado este viernes subir el salario mínimo interprofesional (SMI) un 5%, hasta los 1.134 euros brutos en 14 pagas. Así, la menor retribución posible escala un año más, esta vez desde los 1.080 euros en los que está establecido desde el inicio del año pasado. Esta subida se aplicará con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2024.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz

 

Los trabajadores con la menor retribución posible, unos 2,5 millones según las estimaciones del ministerio, ganan un punto y medio de poder adquisitivo, ya que la inflación media de 2023 cerró en el 3,5%. Los empresarios no suscriben el acuerdo, que culmina una subida del SMI del 54% desde 2018. En 2018, estaba en 735,90 euros brutos mensuales, cuando Pedro Sánchez relevó a Mariano Rajoy en la presidencia del Gobierno mediante una moción de censura.

En 2019, se situó en los 900 euros brutos mensuales en 14 pagas. En 2020, ya con Yolanda Díaz en el Ministerio de Trabajo, llegó a los 950 euros. En 2021, en plena pandemia, subió 15 euros más, a los 965 euros. En 2022, llegó a la cifra de 1.000 euros y el pasado año estuvo en 1.080 euros.

Buena noticia

Por su parte, el vicesecretario de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, y la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, celebraron el acuerdo bipartito con el Gobierno y calificaron la subida de “buena noticia”.

“Desde la UGT no hubiéramos entendido que la subida que se hacía del SMI no estuviera acompasada con el resto de las subidas que se habían hecho para ingresos mínimos que dependen del Estado”, argumentó Fernando Luján, que puso como ejemplo las revalorizaciones superiores al 5% que han experimentado prestaciones como las pensiones más bajas o el Ingreso Mínimo Vital (IMV).

En el aspecto que volvieron a expresar opiniones divergentes los sindicatos fue en si en la actualidad se cumple el compromiso de España con la Carta Social Europea de que el SMI sea el 60% del salario medio en España. Para Luján, ello se lograría si se superaran los 1.200 euros, mientras que para Mari Cruz Vicente, la cifra actual sí está “en los márgenes” de ese umbral del 60%.

Contratos públicos

Por otro lado, cabe recordar que la cifra no era el principal problema para el pacto este año, ya que la propuesta inicial de la patronal pasaba por una revalorización del tres por ciento y un por ciento más a posteriori en función de la evolución de la inflación. Pero ello estaba supeditado a que el Gobierno indexara los incrementos del SMI al coste de los contratos públicos que se vieran afectados por este indicador, así como la aprobación de una bonificación del 20 por ciento de las cotizaciones a las empresas del sector del campo.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se mostró receptiva a la petición de los contratos públicos pero la vicepresidenta primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero, rechazó de plano la medida. Ello alejó la posibilidad de que la patronal respaldara el alza del cuatro por ciento, ya que ponía como condición indispensable este aspecto.

Tanto Luján como Vicente manifestaron este viernes de nuevo su apoyo a esta demanda de la CEOE y reclamaron al Gobierno que convoque una mesa para negociar esta cuestión en la que, además de Trabajo, estén presentes los departamentos con mayor peso en la decisión (Hacienda y Economía).

Los representantes sindicales también trasladaron que hubieran preferido un acuerdo para subir el SMI con la patronal, pero Mari Cruz Vicente avisó de que “no es una cuestión de que los empresarios quieran aplicarlo”, sino que “tienen la obligación legal” de hacerlo. Así, Vicente anticipó que las empresas que no lo hagan estarán “incumpliendo” la ley e incurriendo en “un fraude”.

Cuatro reuniones

La reunión de este viernes fue la cuarta formal desde que se inició la negociación en diciembre y la segunda esta semana. En el encuentro del pasado lunes, el secretario de Estado de Trabajo avisó a la CEOE de que si no accedía a llegar a un pacto para elevar el SMI un 4% para 2024, el Ejecutivo aprobaría una revalorización mayor para alcanzar un consenso con los sindicatos, como finalmente ha sucedido.

“Quien no entra a un acuerdo, normalmente paga las consecuencias de no hacerlo”, aseveró el ‘número dos’ de Yolanda Díaz en el Ministerio de Trabajo y Economía Social. “El Gobierno vuelve a decir que entorno al cuatro por ciento es una subida lo suficientemente equilibrada para conseguir este acuerdo tripartito”, incidió Pérez Rey, quien aclaró con “absoluta rotundidad” que “si no alcanzáramos un acuerdo sobre el cuatro por ciento y la patronal no se aviniera, el Gobierno se desvincula de esa cifra y buscará un acuerdo bipartito y que obviamente no podrá estar ya en el cuatro por ciento”.

Los sindicatos proponían subidas de al menos el cinco por ciento, pero cuando el Ministerio de Trabajo planteó como punto intermedio el cuatro por ciento, se abrieron a firmar esa cifra si era con la CEOE en el pacto.

“Aquí hay que hablar de todo”, declaró esta semana el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien criticó que no haya habido un único criterio en el Gobierno ante su demanda de los contratos públicos, ya que Yolanda Díaz recogió su iniciativa pero María Jesús Montero la rechazó. “En este caso hay dos gobiernos o más”, espetó.

Igualmente, tildó de “populismo” la advertencia del Ministerio de Trabajo de que si la patronal no accedía a firmar una subida del salario mínimo del cuatro por ciento dicha revalorización será mayor. “¿Y por qué no es el nueve o el 15 por ciento?”, ironizó.