La secretaria en funciones de la Asociación de Vecinos Matagal explica que la agresión a su madre, Isabel, se produjo a última hora del día, después de que los chicos la hubieran obligado a salir de su domicilio, adyacente al colegio, con la excusa de que había un grupo de personas causando daños en las instalaciones escolares. Horas antes, los tres jóvenes ya habían conseguido entrar en la casa de María Luisa mientras ella realizaba su trabajo rutinario dentro del centro. "Sin darse cuenta, mi madre no cerró con llave, algo de lo que nadie se podría dar cuenta si no se empuja con fuerza la puerta", añade Rocío, "y ellos consiguieron sustraerle del bolso todo el dinero que tenía, que era en torno a 200 euros".
Cuando la empleada del centro salió de su casa para comprobar si lo que estaban denunciando era verdad, los tres chicos aprovecharon para volver a intentar entrar en el domicilio, pero en esta ocasión, y sin haberse percatado del robo del bolso, Isabel sí que cerró la puerta con llave. Al retorno a su casa, los agresores la estaban esperando en la entrada "y sin razón alguna comenzaron a golpearla hasta que se cansaron y huyeron del lugar", cuenta Rocío. "Le propiciaron patadas, puñetazos en la barriga... Incluso uno de ellos llevaba una cadena en la mano para dañarla aún más". En este sentido, la hija de la conserje no entiende a qué se debió este arrebato tan violento, pues "después de atacarla se fueron corriendo y no trataron de entrar de nuevo en nuestra casa".
La víctima, que estuvo en el suelo inconsciente durante unos minutos, consiguió incorporarse para llamar a su familia y al servicio de urgencias para ser trasladada, posteriormente, al Hospital, donde pudieron revisar la gravedad de las heridas. Interpuesta la denuncia y dada de alta, Isabel se encuentra de baja laboral recuperándose de los golpes "porque aún sigue muy dolorida", reconocen. Rocío confiesa que su madre lleva media vida dedicada "en cuerpo y alma a su trabajo" y que nunca le había sucedido nada parecido. Insisten en que el temor en la familia está muy presente desde el lunes, "porque esa ha sido nuestra casa desde hace muchos años y ninguno de nosotros nos sentimos ahora seguros en ella".
Por ello, todos han decidido trasladarse a otro domicilio mientras la Policía consigue dar con los tres agresores. "Hay que tener en cuenta que ellos estuvieron dentro de nuestro hogar y aún no sabemos si han robado algo más o incluso han hecho una copia de las llaves". En este sentido, y aunque la víctima aún no tiene datos sobre cómo está transcurriendo la investigación, sí que pudo reconocer a una de las chicas que la agredieron. "Es una exalumna del centro y vecina del barrio, un dato con el que espero que puedan encontrar también a las otras dos personas".
Lo único que desea ahora la familia es que los culpables paguen por lo que han hecho y que no queden impunes. En el caso de la joven que reconoció "sabemos que es menor", dijo Rocío, "pero de los otros no tenemos ninguna pista". Al miedo y a la impotencia de esta vecina de Cuatrovientos y de sus allegados "se suma la rabia por no haber podido hacer nada para evitar esta agresión".
Para mostrar la repulsa a este tipo de actos violentos, se ha convocado para este jueves una manifestación silenciosa en el patio del CEIP Jesús Maestro a las 14.00 horas. "Como hija, como víctima y como ciudadana, hago un llamamiento a toda la gente para que acuda a este acto, porque no se puede permitir que haya personas sin alma que vayan atentando así contra la vida de una mujer que lo único que hacía era realizar su trabajo", sentencia Rocío.
Mario de la Torre