El plan de Energía y Clima 2050 contempla endurecer el objetivo de emisiones cero y acelerar el proceso de descarbonización de la economía y la producción eléctrica. Lo que plantea el comisario es que no se aprueben los mecanismos de pagos por capacidad para los generadores que más contaminen; aunque sí podrían aprobarse para los que contaminan menos (en este caso los ciclos combinados que utilizan gas natural).
La decisión es contraria al Real Decreto que prepara el Gobierno de manos del ministro de Energía, Álvaro Nadal, en búsqueda de un consenso de Estado. En este documento se busca encaje normativo que dificulte a las eléctricas cerrar las centrales térmicas -como Compostilla II o Anllares, que ya tiene fecha de cierre en junio de 2020- alegando cuestiones de seguridad estratégica de suministro, y reservando un hueco estable en el mix de generación energética -que rondaría entre el 5 y 7%-.
El mensaje que transmite Bruselas a las compañías eléctricas parece dar fuerza a su estrategia de cierre de centrales y supone desarbolar el argumentario bajo el que se fundamentará el Real Decreto español.