El Ministerio de Fomento contempla la apertura al tráfico de unos 30 kilómetros de tramos de autovía y accesos urbanos en Castilla y León durante 2019, un ejercicio que comienza sin Presupuestos del Estado y la Comunidad y que en primavera dará paso a las elecciones autonómicas, municipales y europeas. Una inversión de 100 millones de euros permitirá incrementar la red viaria en Soria, Segovia y Salamanca.
El calendario que maneja el departamento de José Luis Ábalos contempla, según la información a la que tuvo acceso Ical, poner en servicio unos 15 kilómetros de la Autovía del Duero (A-11) en Soria, así como la duplicación de la circunvalación de Segovia. También está prevista que se remate la conexión con Portugal a través de la Autovía de Castilla (A-62) en Salamanca.
Los planes de Fomento se basan en la situación actual de las obras en estos cinco tramos de autovías y rondas de Castilla y León. La evolución del tiempo, complicado en los meses de invierno en la Comunidad, podría trastocar las inauguraciones previstas por el Ministerio para 2019, que toma el relevo de 2018, ejercicio en el que tan solo puso en servicio 20,3 kilómetros del subtramo Santas Martas-Puente Villarente (León) de la A-60 (León-Valladolid), tras una inversión de 95,6 millones.
La sequía de inauguraciones podría llegar a su fin en 2019. Para este ejercicio, si no surgen modificados o el clima frena el avance de los trabajos, se pondrán en servicio el tramo entre la Variante de El Burgo de Osma y Santiuste, en Soria, de la Autovía del Duero. Se trata de 8,4 kilómetros cuyo coste total se estimó en los 33,4 millones de euros, ejecutado ya en un 90 por ciento.
Las obras se contrataron en 2009, con un periodo de ejecución de 36 meses, si bien en 2010 se paralizó su avance por la crisis. Los trabajos, que se reanudaron en 2015, culminarán en los primeros meses de 2019, previsiblemente, en primavera. En estos momento se está terminando de extender ya la segunda capa que es la previa a la de rodadura, que necesita tiempo estable, ausencia de lluvias y temperaturas suaves.
El otro tramo soriano de la A-11 que se finalizará es el de La Mallona-Venta Nueva, que se encuentra también va bastante avanzado, tras superar en otoño un escollo por un modificado. Podría abrirse al tráfico antes del verano puesto que los trabajos están ejecutados en torno al 75 por ciento. Se trata de seis kilómetros, adjudicados en 2008, con un plazo inicial de 32 meses, que supondrá una inversión cercana a los 25 millones.
Por otra parte, Fomento prevé que continúen los trabajos en el resto de tramos sorianos. El más avanzado es el de San Esteban-Langa de Duero, que se encuentra al 51 por ciento de ejecución, seguido del de Venta Nueva-Santiuste, que se encuentra al 41 por ciento, y el de El Burgo de Osma-San Esteban de Gormaz, que está al 23 por ciento.
Nueva SG-20
Por otra parte, en cuanto a los dos tramos de la SG-20, los trabajos más avanzados se encuentran en el que ejecuta la empresa Azvi, que se hizo a finales de diciembre de 2015 con este proyecto por un presupuesto de 16,9 millones. Las obras se encuentran ejecutadas en un 70 por ciento por lo que estará terminado para primavera.
Menor avance presenta el tramo que construye la compañía Dragados, puesto que alcanza el 50 por ciento. Se trata de 8,4 kilómetros que se adjudicaron en 28 millones. Las obras se vieron afectadas por el vertedero de Roduelos, si bien Fomento autorizó un modificado para el traslado de los residuos a un centro de tratamiento especializado.
Acceso a Portugal
Finalmente, también se encuentra “muy avanzada” la construcción del tramo entre Fuentes de Oñoro (Salamanca) y la frontera portuguesa, donde la A-62 conectará con la IP-5. En este caso, su apertura está sujeta al ritmo que presenten los trabajos en la parte lusa. Además, la XXI Cumbre Hispano-Lusa acordó en Valladolid dar un impulso a las conexiones por autovía entre los dos países.
Las obras arrancaron en este tramo de cinco kilómetros en enero 2015, con un plazo de ejecución de 40 meses y un presupuesto de 19,68 millones de euros. La conexión por autovía entre la A-25 portuguesa y la A-62 estará en funcionamiento durante 2020. La adjudicación se firmó en noviembre por valor de 15 millones, con un plazo de conclusión de 450 días, por lo que la vía estará operativa en el segundo trimestre de 2020.