La Junta de Castilla y León ha publicado en su web, dentro del Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León, los resultados obtenidos en el censo de cigüeña negra realizado en el año 2024. La tendencia de la población durante el desarrollo del Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León se ha mantenido fluctuando en la franja de 40-50 parejas durante el último sexenio. El año 2024, aunque con un valor ligeramente inferior del tamaño de población en la serie histórica, por debajo de las 40 parejas, confirma la estabilidad de la población reproductora de cigüeña negra en Castilla y León. No obstante, dada la dificultad de detección de territorios ocupados por esta especie, se requieren series de datos largas para poder confirmar con certeza eventuales descensos poblacionales.
En 2024 se revisaron 83 plataformas y territorios históricos, donde se localizaron 38 parejas reproductoras de cigüeña negra. La población reproductora tiene sus principales efectivos en la provincia de Salamanca, con 24 parejas, más 2 territorios transfronterizos con Portugal, seguida por Zamora con 9 parejas y, Ávila y Segovia, con 4 y una pareja, respectivamente.
De las 38 parejas que se dan por seguras para el año 2024, se ha podido seguir la reproducción en 33 de ellas. Se ha confirmado el inicio de la reproducción (incubación) en 31 parejas, volando un total de 80 pollos. El año 2024 ha sido el mejor año para la reproducción de la cigüeña negra de la serie temporal 2017-2024, con una productividad de 2,42 pollos, muy por encima de la media nacional de referencia del 2017, con una productividad de 1,52.
La dificultad del seguimiento de esta especie radica en su discreción y dispersión, junto con los parajes apartados donde se asientan. Esto lleva a que algunas parejas puedan pasar desapercibidas, bien por no comenzar la reproducción, fracasar en fases tempranas del periodo reproductor o no controlar los cambios de ubicación de sus plataformas.
La mayor parte de la población reproductora de cigüeña negra en 2024 se localizó dentro de la Red Natura 2000, en Zonas de Especial Protección para las Aves (78,9 %), quedando únicamente 8 territorios fuera de estas áreas protegidas incluidas en la Red Natura 2000. La mayor población reproductora se sitúa en el suroeste de la comunidad, concentrándose en el entorno de las ZEPA Arribes del Duero (Salamanca-Zamora), con 13 territorios, la ZEPA Douro Internacional e Vale do Águeda (Portugal) con 2 y la ZEPA Cañones del Duero con 2 parejas. Estos tres espacios constituyen la misma unidad ambiental. Por otro lado, la ZEPA Campo de Azaba (Salamanca) y la ZEPA del Valle del Tiétar (Ávila) acogen 3 territorios ocupados cada una.
En referencia al lugar de nidificación sobre una muestra de 35 parejas con nido localizado y arreglado en 2024, 22 se encontraron en cortados rocosos y 13 en árboles. En el caso de los árboles, la especie más utilizada es el pino negral (Pinus pinaster).
Visitas periódicas de los agentes medioambientales y los celadores de medio ambiente
Tal y como está contemplado en el Plan de Monitorización, cada año desde el mes de marzo hasta octubre, se realizan visitas periódicas a los territorios de reproducción para hacer el seguimiento, se refleja en una ficha la llegada de los primeros adultos, el cortejo, el inicio de la incubación, el momento del nacimiento de los pollos, sus primeros vuelos y la emancipación. La metodología del censo consiste en revisión de los nidos de años anteriores y en la localización de nuevos territorios con el objetivo de obtener el número de parejas que inician la reproducción y el número de pollos que vuelan de cada nido (éxito reproductor).
Cada censo anual esta desglosado en dos fases, que se corresponden con dos visitas: un primer periodo que incluye la localización de las parejas y sus plataformas, así como la verificación de la ocupación de los nidos. Se realiza entre los meses de febrero y abril, y un segundo periodo para determinar el éxito reproductor de las parejas que empezaron la reproducción, que abarca desde la eclosión de los huevos hasta que los pollos vuelan. Se lleva a cabo en los meses de junio y julio.
El trabajo de censo es realizado por personal de la Junta de Castilla y León, coordinado por el Servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna con la colaboración de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León. La planificación del trabajo se organiza a través de un coordinador regional y de coordinadores provinciales asignados en cada una de las secciones de Espacios Naturales, Flora y Fauna de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente. El trabajo de campo es realizado con medios propios: técnicos, agentes medioambientales y celadores de medio ambiente de la Junta de Castilla y León.
Una especie singular y vulnerable de la fauna castellanoleonesa
La cigüeña negra (Ciconia nigra Linneo, 1758) es un ave perteneciente a la familia Ciconiidae. Es una especie migradora que llega a finales del invierno a Castilla y León para reproducirse, retornando a sus cuarteles de invernada, principalmente subsaharianos, a finales del verano.
A diferencia de la conocida cigüeña blanca, rehúye de la presencia del hombre y evita los pueblos y ciudades; prefiere vivir en rincones apartados, entre sierras y bosques, donde instala sus nidos en grandes árboles o en roquedos. Es posible encontrarla, en términos generales, tanto zonas arboladas correspondientes a masas forestales (preferentemente extensas y maduras), como riscos en sierras y roquedos fluviales. Todos estos enclaves precisan de masas de agua próximas más o menos permanentes (arroyos, ríos, charcas, colas de embalses) que le suministren alimento durante toda la época de reproducción. En España, la especie se encuentra principalmente en el cuadrante suroccidental del país y los territorios de cría se reparten a lo largo de las comunidades autónomas de Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía y Extremadura, siendo esta última la que recoge el mayor contingente del país. Mucho menos común que la cigüeña blanca, está incluida como vulnerable en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas).
Desde hace unas décadas, concretamente desde 1987, la cigüeña negra se censa con cierta periodicidad en varias comunidades autónomas. En Castilla y León desde el año 2016 se realiza un seguimiento anual completo de la población reproductora, dentro del marco del Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León. Los resultados son empleados para valorar el estado de conservación de la especie en la comunidad, a través de la evolución del tamaño de la población, del área de distribución, de la calidad del hábitat y de las presiones y amenazas a las que está sometida. Estos censos sistemáticos tienen como finalidad identificar las acciones de gestión que permitan asegurar y mejorar su estado de conservación.
En los siguientes años la Junta de Castilla y León intensificará la búsqueda de nuevos territorios de cigüeña negra con el objetivo de mejorar el conocimiento real de la población reproductora en la comunidad. Dada la dificultad de detección propia de la especie y la naturaleza discreta de sus enclaves de cría, se reforzarán los esfuerzos de prospección en zonas potencialmente favorables, con el fin de identificar territorios no detectados hasta ahora y obtener una estimación más precisa de su estado de conservación.
El Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León
En el marco de la planificación y la gestión de los lugares incluidos en la Red Natura 2000, se viene desarrollando el Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León, que aborda principalmente el seguimiento y evaluación del estado de conservación de los hábitats de interés comunitario y las especies incluidas en el anexo I de la Directiva Aves, anexos II, IV y V de la Directiva Hábitats, el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. El número total de especies objeto de seguimiento se sitúa en 323 taxones de fauna en Castilla y León, lo que da idea de la magnitud del programa regional de seguimiento de fauna protegida.
Durante este año 2025 la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León ha continuado con el trabajo de seguimiento de los siguientes grupos de especies: aves acuáticas (invernantes y migradoras), ardeidas (avetoro, garzas coloniales y especies afines), aves galliformes (urogallo cantábrico) aves forestales amenazadas (águila imperial ibérica, cigüeña negra, buitre negro y milano real reproductor e invernante), aves esteparias (avutarda, ganga ibérica, ganga ortega y sisón), aves rapaces rupícolas (águila perdicera, buitre leonado y alimoche), aves rapaces diurnas no amenazadas, mesomamíferos carnívoros, oso pardo cantábrico y lobo ibérico.
El seguimiento del estado de conservación de las diferentes especies que habitan en Castilla y León es necesario para dar respuesta a las obligaciones comunitarias derivadas de las directivas Hábitats y Aves, que obligan a los países miembros a informar cada seis años a la Comisión de la Unión Europea sobre el estado de conservación de los taxones de interés comunitario incluidos en los anexos de la Directiva Hábitats y sobe todas las especies de aves silvestres de presencia regular en cada país miembro.
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