
Precisamente, según informaron a Ical fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, es el pueblo al que, por el momento, han sido trasladados los religiosos a la espera de que sea factible su regreso. Se trata del segundo desalojo provocado por el incendio forestal que en la tarde del lunes pasó a la provincia de Salamanca desde Extremadura, tras el del propio municipio de Monsagro al completo.
Según comunicó este jueves la Junta, el incendio, que se mantiene en nivel dos de peligrosidad, ha arrasado hasta el momento un total de 2.100 hectáreas, con un perímetro total de 29 kilómetros. Sobre el lugar trabajan, coordinados desde el Puesto de Mando Avanzado, 20 medios aéreos, nueve técnicos, 23 agentes medioambientales, seis cuadrillas de especialistas, dos cuadrillas helitransportadas, una decena de buldózer, seis autobombas, tres cuadrillas nocturnas, once cuadrillas de tierra, un equipo técnico de Castilla-La Mancha y una unidad de intervención de la Unidad Militar de Emergencias.