La contaminación atmosférica cae a sus niveles más bajos de la última década por las restricciones del COVID y el cierre de las térmicas del carbón

El informe anual de calidad del aire de Ecologistas en Acción concluye que el 90% de la población de Castilla y León estuvo expuesto a un aire “insalubre”, un factor que causa un millar fallecidos al año en la Comunidad

22 de Junio de 2021
Actualizado: 08 de Julio de 2021 a las 15:26
Guardar
ICAL250529 555
ICAL250529 555
La contaminación atmosférica cayó a sus niveles más bajos de la última década por las restricciones de movilidad establecidas para frenar la propagación del COVID y el cierre de las térmicas del carbón, tal y como determinó Ecologistas en Acción en su informe anual de calidad del aire, que concluye que nueve de cada diez castellanos y leoneses estuvieron expuestos a una respiración “insalubre”, que se encuentran en el 80 por ciento del territorio de la Comunidad. Todo ello a pesar de que 2020 fue el año “más cálido” desde 1961.

Pese a la caída de la contaminación, el sur de Castilla y León “siguió incumpliendo los objetivos legales para la protección de la salud y de la vegetación por ozono”, tal y como incidió la organización ecologista en su informe, que analiza los datos recogidos en 800 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el estado español, entre ellas 51 situadas en la Comunidad.

Además, durante 2020 la calidad del aire mejoró sustancialmente, con una reducción notable de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) y ozono, y más matizada de los de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), en sus “mínimos de la última década y seguramente también desde que existen mediciones, en 1990”. “El resultado ha sido una menor población y territorio afectados por la contaminación”, defendió la asociación.

El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia los valores máximos de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea. Si se toman los estándares de la normativa, más “laxos que las recomendaciones de la OMS”, la población que respiró aire contaminado por encima de los límites legales fue de 274.000 personas en la Montaña Sur y el Valle del Tiétar y Alberche, que agrupan parte de las provincias de Ávila, Salamanca y Segovia. Y en una estación de la zona sur y este de la Comunidad se incumplió el valor objetivo legal para la protección de la vegetación.

El factor esencial para explicar la mejoría de la calidad del aire durante 2020, a juicio de Ecologistas, es la reducción general de la movilidad y la actividad económica derivada de los dos estados de alarma declarados para combatir la COVID-19. El cierre de las centrales térmicas de carbón también parece haber contribuido a la drástica disminución de las emisiones en Castilla y León.

 

Un millar de muertes anuales

Según el Instituto de Salud Carlos III, la contaminación del aire “debería abordarse como un problema de primer orden”. Cada año causa un millar de muertes en Castilla y León, tal y como indica esta institución. La mejora de la situación en 2020 es en este sentido “una excelente noticia”, afirmó Ecologistas en Acción.

En cuanto a los costes sanitarios, derivados de la contaminación atmosférica, representan al menos 50.000 millones de dólares al año en España, un 3,5 por ciento del PIB, según el Banco Mundial, sin considerar los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales. Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son “obligatorios”, según la legislación vigente. En este sentido, acusó a la Junta de no elaborar los vinculados al ozono, en todas las zonas donde resultan preceptivos, pese a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de octubre de 2018, confirmada por el Supremo en junio de 2020. “Se trata de una grave negligencia que está poniendo en peligro la salud de los castellanos y leoneses”, reprochó la organización ecologista.

La formación solicitó la ejecución de la sentencia e impugnó “por inoperante” la Estrategia para la mejora de la calidad del aire aprobada por el Gobierno autonómico “para aparentar ante el Tribunal y la sociedad que hace algo”.

También, determinó que la “única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando el tránsito peatonal, la bicicleta y el transporte público limpio”. Además, consideró que es “necesario” promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel y declarar una moratoria para las grandes explotaciones ganaderas intensivas.

Por último, recordó que la crisis del COVID-19 “ha demostrado que la reducción estructural del transporte y la descarbonización de la industria son las únicas herramientas para mejorar la calidad del aire que respiramos, en las ciudades y en las zonas rurales”. “La dramática situación creada por la pandemia corrobora que la reducción de las emisiones urbanas mejora la salud pública y la vida ciudadana”, sostuvo Ecologistas en Acción, que desarrolla en España la campaña europea ‘Clean cities' para reclamar a las administraciones medidas en este sentido.