Así, "el sindicato a través del conjunto de propuestas presentadas e impulsadas" desde el 2017, la Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, inicia las labores para la realización de un mapa descriptivo de los niveles de gas radón en Castilla y León, evaluando la potencial exposición al gas. Comisiones Obreras consigue que la administración sitúe 3091 detectores en viviendas y edificios públicos de toda la Comunidad, elaborando con esta práctica un mapa territorial de incidencia.
La distribución de los medidores por provincias queda de la siguiente manera: Ávila contará con 365 aparatos de medición, Burgos 392, León tendrá instalados 487, Palencia 221, Salamanca 558, Segovia 198, Soria 258, Valladolid 276 y Zamora 336. La labor de estas tecnologías de medición recogerán datos y mediciones durante tres meses en cada ubicación, así se podrá comprobar las concentraciones de radón y definir su posible presencia en cada área de la Comunidad, evaluando el peligro.