Se trata de una compañía que se encargaba de la vigilancia de explosivos y explotaciones en las instalaciones de minería y obra pública del grupo Alonso. La dirección de la compañía entiende que la falta de carga laboral de la matriz minera Uminsa impide mantener la actividad de sus trabajadores.
Asimismo, los empleados ya han elegido en asamblea a sus representantes para mantener las negociaciones con la compañía que, oficialmente, ya les ha comunicado la decisión de cierre por motivos económicos. Los trabajadores tendrán como petición prioritaria la creación de una bolsa de empleo de manera que se les tenga en cuenta de cara a futuras contrataciones en el mismo sector por parte del Grupo Alonso, además del reconocimiento de la categoría de vigilante de explosivos.