Estos momentos provocan en los personajes la espontaneidad de sus trastornos obsesivos compulsivos, que por otra parte permiten ver la cara más humana de las personas y que cuando se sienten respetadas y, mínimamente entendidas, sienten que dejan de ser tan diferentes como aisladamente vivencian sus trastornos.
¿Quién no tiene ninguna manía? Lo importante no es no tener manías, fobias, trastornos o cualquier alteración del organismo o de la persona; lo más importante es tener fuerzas para combatir esas situaciones anómalas o si no es posible, para saber convivir con ellas y no dejar de progresar como personas.
El precio de la entrada es de tres euros.