National Geographic le da voz a la joya natural del Bierzo: La Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses. Los Ancares Leoneses, situados en el noroeste de la provincia de León, están declarados como Reserva de la Biosfera desde 2006, una figura creada y concedida por la UNESCO dentro de su Programa Persona y Biosfera (MaB). Esta catalogación está reservada para los territorios del planeta con valores sobresalientes en cuanto a su medio natural, social y económico. La RBALE está formada por los municipios de Peranzanes, Candín, Vega de Espinareda y Villafranca del Bierzo; y se gestiona a través de un Consorcio que aglutina a esos cuatro Ayuntamientos y al Consejo Comarcal de El Bierzo.
Es un espacio único por su patrimonio natural, cultural material e inmaterial, que hace que salte a la vista su importancia tanto histórica como ambiental. La ganadería extensiva, la presencia de fauna y flora autóctona, así como el mantenimiento de arquitectura tradicional son tan solo unas pinceladas de la riqueza que albergan estas montañas.
La prestigiosa revista National Geographic destaca "cinco experiencias sostenibles para exprimir al máximo el patrimonio natural y cultural de esta Reserva de la Biosfera".
Las raíces ancaresas: En este primer punto destacan el patrimonio etnográfico de la zona, destacando construcciones tradicionales como los hórreos, molinos de agua y pallozas, haciendo hincapíe en los teitos. Todo esto constituye un símbolo del pasado de los Ancares, su historia y las formas de vida que se desarrollaban. Destaca las pallozas y hórreos que podemos encontrar en Balouta, donde se conserva el mayor número de pallozas de los Ancares Leonses.
Enoturismo: Como no podía ser de otra manera, hablan de la tradición vitivinícola de la zona del Bierzo Bajo que también se encuentra dentro de la reserva. Destaca la tradición vinícola centenaria y nos lleva al enoturismo del SXXI nombrando a Prada a Tope, sus viñas, bodegas y como no el complejo turístico que corona con el Palacio de Canedo.
Rutas circulares: Otra forma de descubrir y disfrutar de la reserva es disfrutando del deporte. En este caso destacan las diferentes maneras que hay de recorrer La Mirada Circular con diferentes empresas que fomentan el turismo sostenible. Todas son circulares y atraviesan zonas de alto valor natural, histórico y cultural.
Yacimientos: Desde que en 2020 se construyó el Centro de Interpretación del Castro de Chano, este yacimiento y teitos de los Ancares han recuperado su estado de conservación y han abierto sus puertas las visitas turísticas. Este importante legado arqueológico prerromano de finales del siglo I a.C. e inicios del I d.C., cuenta con un área temática donde se muestra la forma de vida de los antiguos pobladores y se explica el tipo de construcción llevada a cabo.
Fauna: También destacan esta parte natural tan importante. La Reserva de Biosfera de Los Ancares Leoneses forma parte del Plan de Recuperación del Oso Pardo y del Urogallo Cantábrico en Castilla y León. La reserva posee una riqueza natural única para ambas especies en peligro de extinción, que han visto su recuperación gracias a organizaciones como la Fundación Oso Pardo, o al programa Life+ para recuperar el hábitat y la población del urogallo.
Es un espacio único por su patrimonio natural, cultural material e inmaterial, que hace que salte a la vista su importancia tanto histórica como ambiental. La ganadería extensiva, la presencia de fauna y flora autóctona, así como el mantenimiento de arquitectura tradicional son tan solo unas pinceladas de la riqueza que albergan estas montañas.
La prestigiosa revista National Geographic destaca "cinco experiencias sostenibles para exprimir al máximo el patrimonio natural y cultural de esta Reserva de la Biosfera".
Las raíces ancaresas: En este primer punto destacan el patrimonio etnográfico de la zona, destacando construcciones tradicionales como los hórreos, molinos de agua y pallozas, haciendo hincapíe en los teitos. Todo esto constituye un símbolo del pasado de los Ancares, su historia y las formas de vida que se desarrollaban. Destaca las pallozas y hórreos que podemos encontrar en Balouta, donde se conserva el mayor número de pallozas de los Ancares Leonses.
Enoturismo: Como no podía ser de otra manera, hablan de la tradición vitivinícola de la zona del Bierzo Bajo que también se encuentra dentro de la reserva. Destaca la tradición vinícola centenaria y nos lleva al enoturismo del SXXI nombrando a Prada a Tope, sus viñas, bodegas y como no el complejo turístico que corona con el Palacio de Canedo.
Rutas circulares: Otra forma de descubrir y disfrutar de la reserva es disfrutando del deporte. En este caso destacan las diferentes maneras que hay de recorrer La Mirada Circular con diferentes empresas que fomentan el turismo sostenible. Todas son circulares y atraviesan zonas de alto valor natural, histórico y cultural.
Yacimientos: Desde que en 2020 se construyó el Centro de Interpretación del Castro de Chano, este yacimiento y teitos de los Ancares han recuperado su estado de conservación y han abierto sus puertas las visitas turísticas. Este importante legado arqueológico prerromano de finales del siglo I a.C. e inicios del I d.C., cuenta con un área temática donde se muestra la forma de vida de los antiguos pobladores y se explica el tipo de construcción llevada a cabo.
Fauna: También destacan esta parte natural tan importante. La Reserva de Biosfera de Los Ancares Leoneses forma parte del Plan de Recuperación del Oso Pardo y del Urogallo Cantábrico en Castilla y León. La reserva posee una riqueza natural única para ambas especies en peligro de extinción, que han visto su recuperación gracias a organizaciones como la Fundación Oso Pardo, o al programa Life+ para recuperar el hábitat y la población del urogallo.