La Orquesta Sinfónica del Bierzo se estrena en el Bergidum ante el público con la 'Sinfonía del Nuevo Mundo' de Dvorák

La Orquesta Sinfónica del Bierzo (Osbi) se presentará ante el público por primera vez con la 'Sinfonía del Nuevo Mundo' de Antonín Dvorák, una de las piezas más populares de la historia de la música. El concierto de estreno, bajo la dirección musical del berciano Jesús Naveira, actualmente director del Teatro Musical de la República de Karelia en la ciudad rusa de Petrozavodsk, tendrá lugar el 4 de enero en el Teatro Bergidum de Ponferrada y las localidades, a un precio de diez euros, ya están a la venta.

Al respecto, la Osbi es una nueva propuesta surgida en el panorama musical de la comarca que agrupa a varias decenas de músicos profesionales, la mayor parte de ellos bercianos, en una formación sinfónica, que cuenta como director artístico con Daniel Bombín, impulsor también de la Camerata Clásica de Ponferrada. Este primer concierto supone para el grupo una prueba a partir de la que se valorará la viabilidad futura del proyecto.

En cuanto al director musical de este primer concierto, cabe destacar que Naveira, nacido en León pero residente en Ponferrada hasta su adolescencia, realizó sus primeros estudios musicales en el conservatorio Cristóbal Halffter de la capital berciana. Tras una intensa carrera como violinista, se graduó en dirección en el conservatorio Rimsky-Korsakov de San Petersburgo, debutando en esta ciudad en la dirección operística. Actualmente es director del Teatro Musical de la República de Karelia y director invitado de la Orquesta Estatal Filarmónica de esta república rusa fronteriza con Finlandia.

Recién llegado de Rusia, Naveira se pondrá al frente de esta orquesta integrada por alrededor de sesenta instrumentistas para dirigir la 'Sinfonía nº 9 en mi menor', también conocida como 'Sinfonía del Nuevo Mundo', posiblemente la obra más conocida del compositor austrohúngaro Antonín Leopold Dvo?ák, autor posromántico y considerado el principal representante del nacionalismo checo en la música. Fue compuesta en 1893 durante la estancia del músico en Estados Unidos. En su estreno fue acogida con vítores permanentes: el final de cada movimiento fue recibido con aplausos atronadores y Dvo?ák se vio obligado a saludar, convirtiéndose en uno de los triunfos públicos más grandes de su carrera.