Casa Rural Casa Canedo, ubicada en San Juan de la Mata, ArganzaTras la pandemia del Coronavirus que ha llevado a la mayor parte del mundo al confinamiento en los hogares, el sector inmobiliario advierte de una petición generalizada en los últimos días: ganar metros cuadrados y calidad de vida. En muchas ocasiones, los hogares en los que la gente ha estado confinada son de pocos metros cuadrados y en el centro de las ciudades. Por ello, esta crisis supondrá un incentivo para aquellos que dudaban en mudarse a un municipio más pequeño o a un pueblo.
Las búsquedas de fincas rústicas de enero a abril se han incrementado en un 46% en el portal Fotocasa; los chalés, un 36% y las casas adosadas, un 24%.
Según informa el Diario El País, este cambio no se producirá a corto plazo ni tampoco de forma masiva, debido a que no en todas las labores es posible el teletrabajo pero el COVID "ha acelerado un proceso inevitable durante la próxima década en España”, explica Carles Vergara, profesor del IESE a El País.
Nada menos que 10 casas en aldeas y pueblos españoles ha reservado Elvira Fafian, de la inmobiliaria Aldeas Abandonadas, durante el estado de alarma. “Es gente a la que le ha entrado mucha prisa, que quieren hacer un cambio inmediato, que saben que es ahora o nunca. Como no pueden visitar las casas porque no pueden desplazarse a otra provincia, las han reservado”, cuenta. Todos se han decantado por localizaciones rurales apartadas de núcleos habitados. “Tenemos un perito agrónomo de Valencia que ha reservado una casa en una aldea de Asturias”. Las viviendas demandadas son grandes y se mueven en torno a 160.000 euros.
La principal razón por la que se impulsará la venta de pisos y casas en municipios pequeños o pueblos será la mayor incidencia del teletrabajo en el nuevo mundo que viene. En la mayoría de los casos lo que ata a los ciudadanos a vivir en ciudades grandes es el trabajo, sin embargo, con esta nueva concepción del mismo podrán vivir en lugares más alejados de la ciudad.
“Un 80% de las peticiones que estamos recibiendo son de clientes que quieren salir de las ciudades en las que operamos, Madrid, Barcelona y Málaga, y trasladarse a las primeras coronas, donde los precios son entre un 15% y un 20% más bajos”, señala Enric Jiménez, fundador y director general de Property Buyers by SomRIE. Cuanto más lejos, más barato es el coste del metro cuadrado. Esto es así de momento, porque es más que previsible que el precio de estas casas de las afueras no tarde en subir. “Son más deseables que nunca después del trauma del coronovirus”, razona Urraco.