El capitán de la Deportiva Ponferradina, Borja Valle, compareció tras la derrota por 0-1 ante el Andorra que privó al cuadro berciano del ascenso a Segunda División y lo hizo con «mucho dolor, tristeza. Todos creíamos al 100% que lo íbamos a conseguir», aseguró el ponferradina, que reconoció que el reto «era de una dificultad extrema. La fe estaba encima de la mesa», aclaró.
En este sentido, el jugador blanquiazul reconoció que a los jugadores les duele «por personas que indirectamente no pueden hacer nada, gente que está en la sombra y que nos sostiene. Duele muchísimo», incidió Valle, que explicó que ha trasmitido a sus compañeros que deben quedarse «con el camino. El viaje no servirá para muchos, pero lo que hemos vivido ha sido maravilloso», apostilló.
«Está montado así, tiene que suceder», prosiguió Valle, que lamentó el desenlace de un encuentro sobre el que opinó que «es un partido de play-off ante un equipo que exige muchísimo. Sabíamos que íbamos a tener nuestros momentos e iban a tener sus momentos», detalló el atacante berciano, que reconoció que «el gol viene de la acción más tonta del mundo y decanta un ascenso».
«Hay que valorar el camino, lo que ha sido», insistió el 10 de la Deportiva, que se mostró orgulloso de la reacción de la grada. «El ejemplo lo tenemos con la gente cómo canta», resaltó Valle, que reconoció que tiene un sentimiento de fracaso porque dijo: «He venido por y para esto. Si ahondo en mí, se limpia eso y la decepción», matizó el atacante, que prefirió reivindicar una sensación de «esperanza e ilusión, crecimiento».
De hecho, recordó que «en liga estuvimos hasta el último segundo y en el play-off nos hemos dejado la vida. Si el fútbol se resume en estadísticas, es un fracaso», admitió Valle, que opinó que «en el cómputo global ha sido un crecimiento absoluto» y abogó por volver a intentarlo: «Si no lo avala, ¿qué hacemos? ¿Tiramos la toalla por 38 minutos?», cuestionó el berciano, a quien le parece «injusto que los buenos momentos terminen por lo que ha pasado».
Todo porque cree Valle que «hay gente capacitada para levantar esto. Tenemos motivos para reinventarnos y volver a creer», recalcó el jugador ponferradino, que consideró que «es más importante tener fe que pensar que esto se acaba aquí» y defendió la continuidad de Javi Rey al frente del equipo, aunque recordó que sólo es un jugador con un brazalete que representa a un equipo y una ciudad, aunque también que sólo han «vivido cosas buenas».
«Ojalá decidiera yo», comentó Valle, que expresó su pensamiento «a nivel personal y profesional. Ha sido un 10 en todos los aspectos», aseveró el capitán blanquiazul, que opinó que el técnico gallego «es un tío que lo único que ha hecho es entregarse. La plantilla ha creído en él hasta el último segundo al 100%», enfatizó el atacante, que cree que «merece una segunda oportunidad» dentro de un proyecto «a largo plazo».
De hecho, reconoció que le llama «romántico». «Ver a un entrenador llorar delante de los jugadores es mostrar su cara personal y es difícil», detalló Valle, que añadió que «ver cómo lloran tus jugadores es diferencial. “Chapeau”, agradecido por todo lo que ha hecho», comentó el atacante, que aseguró que la situación «duele mucho por él porque era una oportunidad para demostrar que está capacitado para entrenar en el fútbol profesional».
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