Se trata de una alero de 18 años, de 1,85 de altura, que firma por el club del Bierzo Alto por lo que resta de la presente temporada y la próxima. Es una de las promesas más importantes del baloncesto nacional, y aterriza en la capital del Bierzo tras jugar en Estados Unidos desde el inicio de la presente campaña.
Salida de la cantera madrileña del Canoe, Quevedo llega a Bembibre para apuntalar el juego exterior del equipo dirigido por ‘Chiqui’ Barros y ayudar en la pintura. Jugó los últimos meses en las Hurricanes de la Universidad de Miami, en la NCAA, donde disputó quince partidos, trece de ellos como titular. Durante su estancia allí promedió cerca de 6 puntos y casi 5 rebotes en 22 minutos de juego. La anterior temporada perteneció a Rivas Ecópolis, donde compaginó el equipo júnior con el de Liga Femenina, llegando incluso a debutar en la Euroliga.
Internacional en categorías de formación del combinado nacional, en 2012 fue campeona de Europa en U16 y subcampeona en U17; en 2013 se colgó el oro continental con la U18 y el bronce en el Mundial 3x3 con la U18; en 2014 hizo doblete y logró el bronce con la U18 y la plata con la U20. Es una de las jugadoras jóvenes más importantes del panorama baloncestístico español.
“Tenía alguna opción más, pero la dinámica y la manera de jugar me gustan mucho”, añadió la joven jugadora criada en la cantera del Canoe, que explicó que “me gusta Bembibre porque está peleando por una plaza de play-off y es un proyecto ambicioso. He seguido todas las semanas la competición desde América”, precisó.
Acerca de su rol en el equipo dirigido por ‘Chiqui’ Barros, indicó la nueva jugadora del club berciano que “me considero más una‘3’ porque toda mi vida he jugado en ese puesto. Debido a mi altura, a veces tengo que jugar de ‘4’. Lo principal es ayudar al equipo más que el lado personal. Conseguir el mayor número posible de victorias para acabar lo más alto en la tabla, estar en play-off”, resumió.
CHIQUI’ BARROS
"El club tiene mucho mérito” al conseguir la incorporación. “Mi cabeza está dividida entre recibir a Laura lo mejor posible, que se integre –seguro que este vestuario la recibirá como recibe a la gente, acotó-, pero también en Girona. Es difícil en dos días, aunque intentaremos en estas tres sesiones que quedan que entre lo mejor posible y los minutos que sean, ayudarnos. Tenemos que ser capaces de mezclar las dos cosas. Jugar en nuestro equipo es fácil, pero cuesta mucho”, matizó el preparador gallego, consciente de que “coger los mecanismos del equipo es complicado porque jugamos de una determinada manera”.
Sobre la nueva jugadora, explicó Barros que “tiene talento. La conozco de haber trabajado con ella (coincidieron en el Campus de Amaya Valdemoro). Es muy trabajadora. Cuando juntas trabajo y talento, y las compañeras van a ayudar, nos podrá ayudar el sábado sin ninguna duda”, aseveró.
Sobre esta incorporación, explicó el ferrolano que no va contra su filosofía, sí cambiar jugadoras, pues recordó, nunca cambió un jugador o jugadora desde que empezó a entrenar a nivel profesional en 1994. “Es un fichaje muy importante para el club, para el futuro. Quería que viniera estos tres meses y el año que viene. Nos puede dar muchas cosas, nos hará más fuertes. Va a mejorar, va a crecer y cuando salga, va a ser mejor jugadora”, remarcó.
Rechazó el entrenador del conjunto rojillo pronunciarse sobre la posición natural de la jugadora, si alero o ala-pívot, y se refirió a la aclimatación de Ariel Edwards, que ha acabado jugando de ‘4’. “Cuando entre al equipo será un ‘3’, pero la veréis de ‘4’ jugando de cara y de ‘3’ haciéndolo de espaldas. Nos abre unas posibilidades que no teníamos; a ver si somos capaces de aprovecharlas. Lo que quiero es que, como todas, se sientan mejores jugadoras”, concluyó.