Débora Évora, la luchadora portuguesa afincada en la capital berciana, se ha proclamado campeona mundial de la ISKA (por sus siglas en inglés International Sports Kickboxing Association) en la categoría de -57 kg -categoría superior a la que habitualmente compite la lusa- al noquear en el tercer asalto a la italiana Martine Michieletto, que cedió en la segunda cuenta de protección.
El título llegó en el combate celebrado este sábado en el Sport Center de Courmayeur, en el Valle de Aosta de Italia, dentro de la Gala Oktagon. De esta forma, Évora confirma su potencial, ya que hace menos de un año se alzó con el título mundial WAKO Pro en -55 kg después de imponerse en su combate a la turca Zekiye Zelal Shengue.
El éxito y el mérito son rotundos al superar a la italiana Michieletto, que ostentaba hasta este combate el primer puesto del ránking de Beyond Kickboxing. Évora sigue demostrando un gran nivel para adornar un palmarés en el que ya lucían el campeonato europeo y mundial.
Las felicitaciones han sido masivas, entre ellas la del alcalde de Ponferrada, Marco Morala, que además de saludar a la campeona, reconocía el esfuerzo de su entrenador Diego Vázquez, "sois un orgullo para El Bierzo", escribía en un tweet.
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