El fútbol siempre deja espacio para las ironías del destino. Yeray Cabanzón, centrocampista del Racing de Santander y con un reciente pasado berciano, marco gol desde 50 metros, ese que se le resistió hace apenas un mes en Andorra. El jugador protagonizó este fin de semana un momento de inspiración al anotar un espectacular gol desde el centro del campo durante una pachanga veraniega contra el Eibar, de esas que se juegan sin presión, entre risas y buen ambiente estival. Un tanto brillante… y dolorosamente simbólico para la Ponferradina.
Porque hace apenas un mes, en el tramo final del playoff de ascenso a Segunda División, Cabanzón vestía la camiseta blanquiazul de la Deportiva. Fue titular en el partido decisivo ante el Andorra, donde los bercianos se quedaron a las puertas de volver al fútbol profesional. En aquel encuentro, a la Ponfe le faltó precisamente un gol, un destello de talento que rompiera el muro andorrano. Uno como el que Yeray firmó este sábado… pero que no llegó cuando más lo necesitaba el público del Toralín.
Cabanzón, cedido el pasado curso por el Racing a la Ponferradina, fue uno de los jugadores más destacados del tramo final de temporada, aunque en el choque crucial no logró marcar diferencias. Ahora, ya de regreso al club cántabro, su gol desde el círculo central se ha hecho viral, entre la admiración por su calidad y la inevitable melancolía para los aficionados bercianos, que no han tardado en recordar con sorna amarga: “Ese mismo gol hace un mes nos valía medio ascenso”.
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