El Consejo de Administración de la Deportiva Ponferradina se reúne este lunes para decidir el futuro de la entidad. Sobre la mesa, la posible destitución del entrenador, Carlos Terrazas, después de que, tras acumular cuatro derrotas consecutivas, el conjunto de la capital del Bierzo haya caído a puestos de descenso en el Grupo I de la Segunda División B. A pesar de que los rumores inicialmente apuntaban a que la reunión se produciría este domingo, definitivamente se retrasó para este lunes, por lo que los hechos se podrían precipitar en las próximas horas.
La salida del técnico vasco, eso sí, sería complicada en una semana en la que el cuadro deportivista afronta la ida de la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Villarreal. Sin embargo, todo apunta a que la dinámica que está describiendo el conjunto berciano en Liga en las últimas semanas ha dejado al preparador vizcaíno en la cuerda floja. Pese a que en el torneo del KO el equipo blanquiazul ha ido superando rondas hasta llegar a enfrentarse al cuadro castellonense, el hecho de contabilizar una única victoria en las diez primeras jornadas del campeonato liguero y no haber vencido en las seis últimas ponen muy en duda la continuidad de Terrazas al frente de la nave berciana.
A favor, no obstante, el míster del Bilbao cuenta con varias circunstancias. Una de ellas, por ejemplo, que, además de entrenador, Terrazas ejerce de secretario técnico, por lo que la plantilla está diseñada a su gusto y su marcha supondría reconocer el fracaso del planteamiento con el que se afrontó la temporada. Asimismo, las malas experiencias del club en los últimos ejercicios, en los que los cambios de entrenador no sirvieron para reconducir al equipo hasta conseguir los objetivos deportivos. De hecho, ninguno de los tres entrenadores que pasaron por el banquillo deportivista la pasada campaña consiguió colocar al cuadro berciano en zona de play-off. Tampoco en la 2015-2016, en la que, pese a la salida de Manolo Díaz, sus sucesores no lograron evitar el descenso de categoría.
Ése empieza a ser de nuevo el temor a orillas del Sil después de la derrota del pasado sábado en Guijuelo. La afición, que ya mostró su descontento en los últimos encuentros disputados en El Toralín con sonoras pitadas hacia el equipo y las decisiones de su entrenador, empieza a ver con miedo la posibilidad de caer a la Tercera División. Aunque el discurso del técnico vasco sigue siendo que es “un entrenador de proyecto y a largo plazo”, parece que la afición ya ha agotado su paciencia después de tres cursos seguidos de declive. Si bien ciertos sectores de ésta culpan a la gestión realizada por los máximos mandatarios, la situación actual del equipo, a trece puntos de la zona de play-off, podría dar con la salida de Terrazas y el consiguiente relevo en el banquillo. En juego, el futuro de un proyecto diseñado para regresar a la categoría de plata.