La Ponferradina cerró el ejercicio económico de la pasada campaña con pérdidas de 45.654 euros

Aparte de no conseguir el ansiado retorno a la Segunda División A, la entidad cerró la temporada 16-17 con déficit.

09 de Noviembre de 2017
Actualizado: 19 de Noviembre de 2017 a las 19:20
Entrevista Presidente de la Sociedad Deportiva Ponferradina Septiembre 2017
Sin duda, la temporada 2016-2017 es una de las peores de la historia reciente de la Deportiva Ponferradina. En ella, aparte de no conseguir el retorno a la Segunda División, la entidad de la capital del Bierzo acabó con un balance económico negativo, con un saldo de -45.654 €. Es decir, que el fracaso no sólo quedó en el terreno de juego, sino que se trasladó a las arcas y a las oficinas del club.

Tras más de una década repartida entre la Segunda División A o luchando por estar en ella y después de aprobar en 2015 el presupuesto más alto de su historia, el cierre del ejercicio económico de la Deportiva Ponferradina, el pasado 30 de junio, arrojó números rojos. En concreto, el resultado de las cuentas, que serán presentadas el 15 de diciembre, fue de -45.654 €, más de 70.000 por debajo de lo previsto. De los 2,6 millones presupuestados, se esperaba concluir con un superávit de 25.000, pero no se pudo conseguir debido a distintas circunstancias imprevistas que, unidas a la ralentización en la captación de socios al inicio del curso, condicionaron el desarrollo del mismo en el plano deportivo.

La pasada temporada, de hecho, fue un caos en el aspecto deportivo, con tres entrenadores que no consiguieron reconducir la trayectoria de un equipo que acabó en quinto puesto. Tras estrenar el curso de manera irregular y no conocer la victoria hasta la cuarta jornada, los resultados y la distancia con las posiciones de privilegio terminaron sentenciando a Manolo Herrero, que aguantó hasta la novena fecha. Sus sucesores en el banquillo, Pedro Munitis y Miguel Ángel Álvarez Tomé, tampoco fueron capaces de sacar provecho de un elenco de jugadores diseñado para regresar a la categoría de plata y cuyas novedades en el mercado de invierno tampoco aportaron mucho. Incluso desaprovecharon las opciones que ‘regaló’ un Pontevedra que apenas compitió en el play-off de ascenso. Al final, borrón y cuenta nueva en lo deportivo. Un lavado de cara al proyecto, con un nuevo entrenador, Carlos Terrazas, que también es director deportivo.

De cara al nuevo ejercicio, el club espera obtener un superávit de 25.875 euros. El presupuesto previsto se vio seriamente disminuido, hasta los 2,2 millones de euros, debido a que se desaprovechó el reporte económico que ofrece ser un equipo recién descendido. En lo deportivo, además, el curso no ha empezado muy bien, aunque parece que con el paso de las jornadas el equipo empieza a tomarle la medida a la categoría. El objetivo, sin duda, será volver a pelear por los primeros puestos del Grupo I de la Segunda División B y acabar ascendiendo.