El duelo directo después de una segunda vuelta mirándose de reojo en cada encuentro por la sexta plaza que da opción al play off de ascenso se saldó con reparto de puntos y exceso de respeto. Se adelantó el Zaragoza y sólo entonces la Deportiva metió una marcha más hasta que Andy logró la igualada cinco minutos después (57′)
Dos partes muy diferenciadas, pero con la misma esencia. En la primera el rigor táctico fue el objetivo de ambos conjuntos, y así el juego se fundamentó en balones en largo, pero sin descuidar la medular para no verse sorprendidos a la contra, y la pugna en el centro del campo. O lo que es lo mismo, el miedo a perder hacía que ninguno de los equipo pusiera su único empeño en ganar. El primer acercamiento con peligro lo tuvo el Zaragoza en el minuto 24 con el centro envenenado de Pedro que tuvo que mandar a córner Arrizabalaga. Fue la única jugada destacable de una primera parte muy igualada, pero a poco.
En la segunda parte hubo más libertad para los golpes. En el 51 Basha tenía una ocasion que de nuevo mandaba a córner Arrizabalaga, y en el saque de esquina un minuto después (52') marcaba Borja Bastón. El jugador zaragonista cazaba un rebote tras el balón repelido por el palo en el primer remate de Vallejo.
Protestaron los locales una posible falta en ataque, y Lesma López contestó con la amarilla para el portero blanquiazul. También sería expulsado el entrenador Manolo Díaz.
Lejos de dejar tocado al conjunto berciano, la Deportiva se rehizo y en el 57', en otro córner que lanzó Infante, empataba Andy de cabezazo inapelable llegando desde atrás.
Con este gol, después de hacerse daño y de subir una marcha ambos conjunto, se volvía el pacto del 'miedo'. Así, tiempo de cambios, de faltas, alguna ocasion aislada como el tiro de Ruiz en el 84 que detenía el meta Bono, y ni siquiera la entrada de un Yuri que pedía la grada terminó por dar más luz al duelo directo del que se esperaba más, y que ha sido un trámite para retarse de forma indirecta en los últimos seis partidos que quedan de liga regular.
