Saúl Ordóñez / TeledeporteEl atleta berciano Saúl Ordóñez dio este sábado la sorpresa en el Mundial de Atletismo de pista cubierta de Birmingham al subirse al tercer cajón del pódium en la prueba de 800. El de Salentinos fue toda la carrera en cabeza y acabó tercero (tras escalar temporalmente un puesto hasta el segundo por la descalificación de un rival, luego readmitido) para hacerse acreedor a una medalla de bronce mundialista reeditando los éxitos de otro ochocentista berciano ilustre, Colomán Trabado, oro en los Juegos Mundiales de París de 1985, el precedente de esta competición.
Ordóñez fue repescado a última hora para el Mundial y partía con la peor marca de los finalistas. Pero desde el principio fue protagonista en la carrera al situarse en los puestos de cabeza. "Sabía que si me jugaba la baza de estar adelante, podía salir bien. Y me la he jugado así", dijo minutos después de la prueba a los micrófonos de Televisión Española. "En el mediofondo hay que tener valentía y descaro", añadió para insistir en la receta que tan buen resultado le dio en la serie del viernes.
El berciano, criado deportivamente en la comarca por Chus Alonso y ahora discípulo de Uriel Reguero en Valladolid, todavía no sabía entonces que iba a escalar temporalmente un puesto en el pódium por la descalificación por obstrucción del estadounidense Drew Windle, que le había arrebatado por apenas unas centésimas la segunda plaza en la pista en un tarde de locos por las decisiones de los jueces en Birmingham. Finalmente Windle se quedó con la plata y Ordóñez, que hizo un tiempo de 1:48.01 con el bronce. El ganador fue el polaco Adam Kszczot.