La pandemia ha llevado a redefinir las condiciones del contrato social: tanto la economía y las finanzas, así como también los entretenimientos y la educación han sido repensados. En el centro de estos esquemas está el Covid-19 y cómo hacer para evitar su contagio, mientras avanzan los estudios para desarrollar vacunas. Los grandes confinamientos obligatorios, que ahora paulatinamente comienzan a flexibilizarse en los países donde ya pasaron los picos de contagio, tuvieron una gran influencia en el nuevo modo de percibir el mundo y de pensar la realidad; ahora vendrán tiempos pospandémicos, donde el distanciamiento físico será el eje de la cuestión. A continuación veremos una serie de casos sobre la aplicación y los alcances de esta nueva proxemia.
El caso de los casinos: cómo jugar blackjack online
En el Margaritaville Resort Casino de Louisiana, Estados Unidos, ya se han probado unas mamparas que separarán a los jugadores y a los trabajadores. Esta medida fue criticada por algunos sectores por ser demasiado aparatosa, pero en realidad podría tratarse del comienzo de una tendencia mayor, ya que el distancimiento es uno de los requisitos que piden los gobiernos para que funcionen la mayoría de los servicios. Por supuesto, en el caso de los juegos de casino, la edad virtual cuenta con la ventaja de poder participar desde casa: se puede jugar al blackjack online en los sitios listados en esta página. Las apuestas virtuales han proliferado y crecido sostenidamente en el mercado durante los años previos a la pandemia; ahora, en este momento coyuntural, se espera que resurjan con más fuerza, ya que cuentan con la virtud de tener el distanciamiento físico internalizado en su naturaleza. El mundo, y no solo los casinos, pareciera haberse puesto en modo online.
La nueva proxemia en los supermercados
Las compras también se han vuelto progresivamente más virtuales, ya que las cadenas de supermercados ofrecen la opción de los envíos a domicilio. Sin embargo, por motivos diversos, las personas siguen asistiendo personalmente. En los supermercados se pueden notar espacios bien definidos donde hacer fila para evitar el contacto físico, así como también todo tipo de productos de higiene personal al alcance de los clientes, quienes tienen la obligación de lavarse las manos antes de ingresar. Los elementos del supermercado son desinfectados luego de su uso, y la cantidad de personas en el interior suele ser limitada. Todo esto genera algunos trastornos y demoras en las compras, que han causado algo de impaciencia en los clientes. Por eso es que los trabajadores de algunos supermercados han comenzado a exigir que se respete su esfuerzo y que se mantenga la calma; un ejemplo es la cadena Pak’n Save de Nueva Zelanda, en cuyas sucursales se pueden leer carteles que demandan buen trato al personal y advierten que los clientes que abusen de la atención del staff serán expulsados. Se trata, quizás, de un momento de acostumbramiento a las épocas por venir, donde las compras llevarán más tiempo y las filas serán más largas y lentas.
Cafés, restaurantes y espacios de socialización
El caso del rubro gastronómico es significativo, pues, a diferencia de los supermercados y casinos, se trata de servicios directamente vinculados a la socialización. Así pues, el modo de mantener la distancia física se vuelve más difícil de definir. Un restaurante de Nueva York, por ejemplo, llenó mesas con maniquíes para generar la ilusión de un espacio acogedor y habitado, puesto que las actuales normas obligan a mantener una mesa de distancia entre comensales.
En Ponferrada, por su parte, los bares han podido abrir sus terrazas al público, con el 50% de su capacidad habilitada; sin embargo, solo 17 de los 243 establecimientos que cuentan con terrazas han solicitado la reapertura conforme las normas propuestas por el Ayuntamiento. Se trata, sin dudas, de una situación difícil, en el que la pulsión por socializar compite con la prudencia del distanciamiento.
Covid Free
En tanto que el gobierno comienza a desescalar en sus medidas de confinamiento, se ha comenzado a difundir en el país una etiqueta llamada Covid Free, es decir, «libre de Covid». Esto se ha aplicado sobre todo a la industria hotelera y gastronómica, para darle confianza al público que aún se muestra reacio a salir. Sin embargo, como señalan algunos expertos, este eslogan es tendencioso, pues no hay manera científicamente verificable de establecer si un lugar está libre del virus o no. Así pues, la decisión de exponerse será de los propios individuos, recordando, como indica el lingüista británico David Crystal, que distanciamiento físico no implica distancimiento social.