Hace 37 años un intento de golpe de estado hizo temblar los cimientos de nuestra incipiente democracia. Con la muerte de Franco relativamente reciente y la memoria de la dictadura aún muy presente, a algunos no les gustaba el nuevo país que se estaba perfilando y decidieron combatirlo militarmente, pistola en mano.
¿Dónde estabas tú el 23F? Hay relatos de todo tipo, casi todos acabaron el día atentos a las últimas noticias, pendientes de la televisión o la radio. Mientras algunos hablaban a gritos de restaurar el régimen, otros quemaban pasquines del Partido Comunista en la calefacción de su casa mientras la abuela mandaba callar a los niños. Estas son las historias de los bercianos Manuel Ovalle, Manuel Ángel Fernández Arias, Julio Díaz y Florentino Quiroga.
"Recoge el equipo y vamos de aquí echando hostias"
Manuel Ovalle nació en Ponferrada en 1955 y es el reportero gráfico más veterano de todas las televisiones de España, con más de 40 años a sus espaldas de servicio activo. El 23 de febrero del 81, Ovalle, recién llegado de la guerra de Mozambique, no tenía que trabajar, tampoco solía desempeñar su trabajo en el Congreso de los Diputados. Sin embargo allí estaba. Una llamada de su jefe a primera hora de la mañana le informó, "diciéndome que me pusiera chaqueta y corbata", de que tenía que acudir ese día para una asistencia a la televisión francesa. "Vi entrar a la Guardia Civil, fue una sorpresa tremenda", cuenta. Desde las 18.00 hasta las 01.00 horas en el interior del hemiciclo. "Pensé que estaba todo el país así, no esperaba que fuésemos solo nosotros, lo único que quería era hablar con mi mujer".
Ovalle asegura que a todo golpista le encantan las cámaras, "me he arrepentido muchísimo de no poner la cámara delante de un golpista como Tejero". "Le pregunté a mi compañero Paco Rueda porqué no le decíamos a Tejero que hablase para la cámara", asegura. "Recoge el equipo y vamos de aquí echando hostias", le contestó Rueda. Cuando salió del Congreso a la una de la madrugada llamó a su mujer y volvió al trabajo. "Me quedé allí, en los exteriores, grabando". Las imágenes de los guardias saltando por las ventanas del Congreso llevan la firma de Ovalle y confirman sus palabras.
Imágenes de la salida del Congreso de los Guardias Civiles por la ventana fueron grabadas por la cámara de Manuel Ovalle"Teníamos una radio y podíamos escuchar lo que pasaba en la calle, eso nos daba tranquilidad"
El berciano Manuel Ángel Fernández Arias, diputado de UCD, también estaba en el Congreso el día en que se iba a investir a Calvo Sotelo. "La primera impresión fue de extrañeza, un alguacil entró corriendo avisando de que habían entrado hombre con armas, en un primer momento pensamos que eran terroristas". El susto fue grande, sin embargo, dice, "teníamos una radio y podíamos escuchar lo que pasaba en la calle, eso nos daba tranquilidad". "El momento de mayor preocupación fue cuando sacaron a Suárez, a Felipe González, a Alfonso Guerra, a Carrillo y pensamos que eran capaces de hacer cualquier barbaridad". Según sostiene, nunca pensó que el golpe pudiera salir adelante. "Suárez había ido eliminando a todos los militares que no tenían ideas demócratas, quedaron pocos, como Milans del Bosch, que lo engañaron y cuando vio que el rey no estaba con ellos retiró las tropas de la calle". "En España durante la transición los políticos eran el reflejo de lo que pedía la calle y teníamos que luchar por esa libertad y democracia que demandaba la gente".
"Acojonaos, marchamos a un huerto y enterramos el fichero del sindicato metido en bolsas de plástico y lo tapamos con abono"
Florentino Quiroga González era dirigente de CCOO en Fabero y miembro del Partido Comunista. Sus recuerdos ejemplifican el miedo que 40 años de dictadura habían enraizado hasta las entrañas. "Sabíamos que las cosas estaban mal, llegó al sindicato un amigo diciendo que había golpe de estado y que le devolviésemos su ficha, acojonaos, Juan Vera y yo marchamos a un huerto y enterramos el fichero del sindicato metido en bolsas de plástico y lo tapamos con abono". "Conocíamos la zona en la que estábamos, había gente de extrema derecha y ya hablaban de las personas que se iban a cargar", cuenta. "Tenía un tío que había sido importante en la falange y teníamos planeado ir a su casa a pasar la noche". Quiroga sabía que si el golpe triunfaba ellos serían los primeros en caer, "éramos cabezas visibles para la extrema derecha, recuerdo mucha tensión y la música militar en la radio". "En aquél momento éramos una juventud inquieta y queríamos cambiar las cosas".
"Algunos decían que si el golpe se materializaba tendrían que irse de España"
Julio Díaz, actual Secretario Comarcal de la Unión de Jubilados y Pensionistas de CCOO, ya pertenecía al sindicato el 23 de febrero del 81. "Son fechas que se quedan grabadas en la mente para toda la vida". Lo vivió con "mucha preocupación porque no se sabía el alcance". "Estábamos pendientes de las noticias, algunos decían que si el golpe se materializaba tendrían que irse de España porque a los primeros a los que vendrían a buscar seríamos nosotros". "Pero yo estaba tranquilo", asegura, "porque no había hecho nada malo". No obstante, el modus operandi de aquel golpe fallido nunca le convenció. "Yo sabía que tenía que fracasar por narices, desde el primer momento comprendí que era para proteger y consolidar al rey".
La "autoridad militar competente" a la que esperaba el teniente coronel Antonio Tejero Molina nunca llegó, o decidió no hacerlo y finalmente el golpe fue perdiendo fuerza a medida que los gritos en el exterior del Congreso la fueron ganando. Un día para no olvidar la historia.
Manuel Ovalle a la izquierda junto a los cámaras de TVE Carlos Arias, Ángel Flores y Paco Rueda, en el reportaje 'Aquel 23-F (25 aniversario del intento de golpe de Estado), emitido en 2006, recodando el momento por los pasillos del Congreso