En ese sentido, explican que con fecha 14 de enero de 2020 el Servicio de Limpieza aplicó agua al monumento, probando de menos a más presión, con agua fría y caliente, "pero mediante ese procedimiento no se consiguió revertir los efectos de los excrementos sobre el metal de la estatua, debido según los técnicos a que esos excrementos de ave contienen algún tipo de ácido que reacciona de modo indeleble con el bronce del monumento". Por tanto, después de realizar esta prueba y comprobar que no daba resultado, personal de la Concejalía de Medio Ambiente se puso en contacto con la empresa que en su día llevó a cabo el vaciado y fundido de la estatua.
Tal y como apuntan desde el ejecutivo de la capital berciana, dicha empresa remitió un protocolo a seguir para la eliminación de la superficie metálica de los restos de excrementos y del ácido que éstos contienen. Siguiendo ese protocolo, el pasado 26 de junio de 2020 se llevó a cabo una prueba de limpieza en la superficie de una de las zonas menos visibles del monumento, tal y como se aprecia en las fotografías que acompañan a esta noticia. "El resultado de esa limpieza parcial está siendo evaluado y hay que dar un tiempo de reacción al producto utilizado, para ver qué efectos tiene sobre la superficie intervenida", especifican fuentes municipales.
Así las cosas, una vez que se compruebe que el producto proporcionado por el fabricante no daña la superficie, y siguiendo siempre el protocolo fijado, se procederá a realizar la operación de limpieza del resto del monumento. "No es posible utilizar cualquier otro producto, porque se eliminaría el efecto óxido del metal de la estatua y ésta quedaría mucho más brillante y con efecto dorado, que desvirtuaría la esencia misma del monumento", insisten.
Asimismo, apostillan que "toda esta información le habría sido proporcionada a la concejala del PP Lidia Coca si de verdad se hubiera interesado por conocer el problema, en vez de lanzar denuncias públicas basándose en informaciones que circulan en las redes sociales". "Los ciudadanos tienen derecho a conocer las informaciones relativas a su municipio, pero no están obligados a solicitarlas. Sin embargo, de un representante político lo menos que se espera es que se informe antes de lanzar acusaciones infundadas y que denotan un desconocimiento profundo de la materia sobre la que opina: Se trata de la limpieza de un monumento, no de quitar pintadas de una pared, y esto es un proceso muy delicado que comporta mantener la integridad del mismo y de la operatividad que los productos que se utilizan puedan tener en el futuro, pues, una vez que se limpie la estatua, nada impedirá que las aves vuelvan a mancharla, lo que obligará a nuevas limpiezas. Por eso hay que medir muy bien el grado de agresividad del proceso que se emplea", defienden.
Para terminar, concluyen que "todos estos pormenores los podría conocer la concejala del PP de haberse preocupado por ello, pero le resultó más fácil hacerse eco de una queja anónima en las redes sociales para acusar de desidia al Ayuntamiento, cuando la realidad es que la estatua de Fustegueras fue colocada en agosto de 2012 y nunca antes un equipo municipal de gobierno se había preocupado de su limpieza, porque, según la edil del PP, parece que sólo durante el último año, coincidiendo con el mandato de este equipo de gobierno, los pájaros han decidido verter sus excrementos sobre ese monumento".
