El Bachillerato de Excelencia del IES Gil y Carrasco, cantera de premios para Ponferrada por proyectos de investigación

Casi una cuarta parte de los alumnos de la tercera promoción acabaron el curso con premios autonómicos y nacionales

20 de Julio de 2018
Actualizado: 03 de Noviembre de 2018 a las 10:41
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IMG_8948 Alumnas y profesores premiados junto a la coordinadora del Bachilerato de la Excelencia en las instalaciones del IES Gil y Carrasco de Ponferrada

gil6352 El trabajo sobre la hidrofobicidad se centró en los efectos del incendio de la Tebaida de abril de 2017

Cuatro de 17. Casi una cuarta parte de los alumnos de la tercera promoción del Bachillerato de Investigación y Excelencia del IES (Instituto de Educación Secundaria) Gil y Carrasco de Ponferrada terminaron el curso con premios autonómicos por la presentación de trabajos. Laura Abad y Nerea Vega ganaron la quinta edición de los Premios de Investigación e Innovación en Bachillerato con el trabajo titulado ‘Determinación de la hidrofobicidad de los suelos de la tebaida berciana derivada del incendio producido en abril de 2017 en relación con la severidad alcanzada por el mismo. Repercusiones sobre la erosionabilidad del terreno’. Julia Garnelo y Antía Ovalle obtuvieron el primero premio en los XVII Premios de Estadística de Castilla y León por el trabajo ‘Diseño y comparación estadística de dispositivos de medida de erosión por salpicadura’ y representaron con éxito a Castilla y León en la fase nacional celebrada en Cantabria entre los días 27 y 29 de junio, de donde regresaron como campeonas en la VIII edición de la Fase Nacional del Concurso Tipo ‘Incubadora de Sondeos y Experimentos’ organizado por la Sociedad de Estadística e Investigación Operativa (SEIO).

Los trabajos se encuadran en la asignatura Proyecto de Investigación específica del Bachillerato de la Excelencia, convertida en una cantera de premios para el centro, destaca su coordinadora, Graciela González. El primero se centró en estudiar la repercusión del incendio de la Tebaida de abril de 2017 en la hidrofobicidad, una propiedad del suelo consistente en el grado de repelencia al agua del suelo hasta llegar a la conclusión de que unos altos índices de esta característica aumentan la erosión del terreno con las lluvias, un asunto que ha cobrado actualidad con los persistentes desprendimientos de ladera que han provocado repetidos cortes en la carretera de Peñalba de Santiago y han dejado también intransitable la pista de San Cristóbal de Valdueza.

A mayor hidrofobicidad, mayor riesgo de derrumbe, advierte el trabajo, en el que las alumnas emplearon el Test del tiempo de penetración de la gota de agua para calificar el suelo como hidrofílico, hidrofóbico o intermedio tras una visita a pie de montaña realizada el pasado mes de octubre, medio año después del incendio. Las estudiantes, que admiten que la pendiente de la zona de la Tebaida también juega en contra, proponen la instalación de muros y albarradas que permitan sujetar el suelo. “Y así se evitarían los daños en las carreteras”, advierten. La hidrofobicidad se revela así como un factor capital para determinar futuros riesgos. Ellas la midieron con una pipeta y una placa de Petri. “Si los guardas forestales hicieran esa simple prueba, se podrían prevenir muchísimos accidentes de derrumbes de carreteras, por lo menos prevenirlos”, remarca la profesora del Gil y Carrasco María Pilar Bardelás Muleiro, que ejerció como tutora del trabajo asesorada por la docente de la Universidad de León Elena Marcos Porras.

gil6354 A través de la utilización del Test del tiempo de penetración de la gota de agua, las autoras calificaron el suelo como hidrofílico, hidrofóbico o intermedio

Cuando el secreto está en la originalidad

El segundo trabajo tiene una traslación a la realidad más difícil de definir. ‘Diseño y comparación estadística de dispositivos de medida de erosión por salpicadura’ es su título. Y su contenido consiste en la elección, observación experimental y análisis estadístico de dos sistemas de medición de erosión por salpicadura existentes, y el diseño de uno nuevo a partir de materiales económicos accesibles (entre ellos, una caja de CDs, una pelota y un mantel). Precisamente parte del éxito del estudio radica en la originalidad del dispositivo que sus autoras, Julia Garnelo y Antía Ovalle, fueron capaces de idear y al que denominaron ‘One Way Cup’ (taza unidireccional).

Y es que el dispositivo ‘One Way Cup’ mejoró significativamente la recogida de suelo erosionado por salpicadura frente a los dos dispositivos existentes a los que se enfrentó en el estudio: uno en forma de embudo y otro de tartera. La experimentación se llevó a cabo en el propio patio del centro con varias simulaciones de lluvia sobre una celda de un metro cuadrado de superficie, rellena con más de 100 kilogramos de arena. Tras el secado de las muestras (120 en cada experimento) comprobaron que su dispositivo alcanzaba un nivel de confianza del 95%. “Se trata de un campo muy poco explorado y por explorar”, subraya el profesor de Matemáticas del centro Santiago Alonso Palacio, tutor del trabajo dirigido a su vez por la profesora en el Departamento de Física Aplicada de la Universidad de León María Fernández Raga, que ha esbozado la posibilidad de intentar la publicación en una revista científica de este trabajo, que ya se ha ganado un reconocimiento nacional y que confirma la calidad del Bachillerato de la Excelencia del Gil y Carrasco.

DSC05100 Julia Garnelo y Antía Ovalle elaboraron el trabajo titulado 'Diseño y comparación estadística de dispositivos de medida de erosión por salpicadura'

DSC05302 Las pruebas se desarrollaron en el patio del IES Gil y Carrasco

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