El Castillo de Ponferrada vivirá por primera vez la recreación histórica de la Revuelta Irmandiña en El Bierzo

La celebración será el 23 y el 24 de septiembre y, además de la recreación de la batalla, contará con talleres para conocer más sobre el siglo XV

18 de Septiembre de 2017
Actualizado: 22 de Septiembre de 2017 a las 19:10
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castilloPonferrada635
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La asociación de Caballeros de Ulver de Ponferrada llevará a cabo este fin de semana la recreación histórica del asalto al Castillo de los Templarios de la Revuelta Irmandiña, una batalla habida en el siglo XV. La recreación será el sábado 23 a las 18.00 horas, pero durante todo el fin de semana habrá talleres que enseñarán a sus participantes todo lo relacionado con la vida en el siglo XV.

Aunque la iniciativa ha surgido de los Caballeros de Ulver, contarán con el apoyo del Ayuntamiento de Ponferrada y de la Asociación de Amigos de la Noche Templaria. Además, vendrá gente de Asturias, Cantabria, Galicia, Toledo o Madrid, tal como ha explicado el presidente de los Caballeros, Gonzalo González.

"Igual que recreamos la Noche Templaria pensamos que podríamos representar esta batalla, que es importante en la historia del Bierzo, ya que el Castillo de los Templarios fue de los pocos que no se destruyó en la Revuelta Irmandiña", ha explicado.

Esta es la primera vez que se recreará esta batalla, pero sus organizadores esperan buena aceptación y participación de los ciudadanos para que se consolide y se pueda seguir celebrando los próximos años. "Esperamos que esta primera edición convierta al Castillo en el núcleo de futuros eventos y que repercutan de manera positiva en el sector turístico de la ciudad", ha añadido González.

Ponferrada y las Revueltas Irmandiñas

Las Revueltas Irmandiñas fueron unas revoluciones populares originadas en Galicia y que llegaron al Bierzo tras la creación de la Santa Hermandad, con la que los representantes del pueblo y la burguesía combatieron los privilegios de la nobleza. El avance de las revueltas logró destruir los núcleos de poder de los nobles, echando a tierra hasta 140 castillos en Galicia.

En cuanto al Bierzo, el asedio de los irmandiños destruyó los castillos de Sarracín, en el municipio de Vega de Valcarce, el de Cornatel, en Priaranza del Bierzo, o el de Balboa. En el asedio a la fortaleza templaria de Ponferrada, se produjo la traición que supuso el principio del fin de la revuelta. Posteriormente, la capital berciana fue uno de los tres puntos desde los que partieron los ejércitos que sofocaron la revuelta y ejecutaron a sus impulsores en Santiago de Compostela.