El desmantelamiento de la central de Compostilla dará trabajo a 140 personas durante cuatro años

Las primeras tareas podrían comenzar este otoño como una iniciativa de economía circular en la que se minimizarán los residuos que acaben en un vertedero

11 de Agosto de 2020
Actualizado: 18 de Agosto de 2020 a las 13:30
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La demolición de la térmica de Compostilla, situada en Cubillos del Sil, se abre como una oportunidad para el empleo local, "dado que en las operaciones trabajarán durante cuatro años unas 140 personas, en cuya contratación primará proceder de las antiguas empresas contratistas de la central o ser residente en los municipios del entorno", han explicado fuentes de Endesa. Las primeras tareas podrían comenzar este otoño como una iniciativa de economía circular en la que se minimizarán los residuos que acaben en un vertedero.

El recinto de la central de Compostilla tiene unas 375 hectáreas, sobre las que se asienta una zona de generación eléctrica, otra con los parques de transformación e instalaciones auxiliares y una tercera donde se encuentra el parque de carbones con el vertedero de residuos no peligrosos. Parte de las dependencias, las correspondientes a los grupos 1 y 2, no serán objeto de este proyecto porque su demolición comenzó antes, ya que habían sido dados de baja hace años. Se actuará, por lo tanto, sobre una instalación que solo disponía de tres grupos, con una potencia de 1.051,7 megavatios (MW), cuya operación se había iniciado entre 1972 y 1985.

Endesa ha optado por aplicar el sistema de demolición selectiva, que optimiza el aprovechamiento de los residuos, estimados en 266.870 toneladas, y su posterior reutilización para un segundo uso o como materia prima. Explica Rafael González, director general de Generación de Endesa, que “se trata de una iniciativa de economía circular, en la que todos los equipos y materiales van a ser analizados, porque no queremos generar residuos, sino darle una segunda vida a los materiales. Esto introduce un factor de complejidad en un proyecto que ya de por sí es complejo”. "Será un proyecto largo, que durará entre cuatro y cinco años. Son instalaciones industriales que se construyeron durante mucho tiempo, chimeneas de casi 300 metros, torres de refrigeración, calderas… Los trabajos tienen que ir muy planificados y coordinados, empezando por la seguridad de las personas”.

Para facilitar la reutilización de los residuos de hormigón, Endesa instalará en Compostilla un equipo de machaqueo capaz de tratar 300 toneladas por hora; contará al menos con una machacadora de mandíbulas, un separador magnético para la segregación de las armaduras desprendidas y un cribado para la clasificación de los hormigones triturados. De esta manera, "se valorizará el acero de armaduras y el árido reciclado, con el que se rellenarán los huecos generados en las obras y se remodelará el terreno tras las demoliciones".

Los materiales de yeso, las mezclas bituminosas, las tierras y rocas no contaminadas, los revestimientos refractarios, los lodos que contienen sustancias peligrosas, los residuos cálcicos, las cenizas y las maderas que con sustancias peligrosas se trasladarán a un gestor autorizado, lo mismo que los restos de los transformadores. Por su parte, los residuos de fibras y amiantos serán retirados por empresas especializadas, por lo que no llegarán a ser almacenados en el emplazamiento. Para los sólidos peligrosos se dispondrá de contenedores cerrados, mientras que los líquidos irán a bidones, lo mismo que los productos químicos desechados.

“Prioritario que el empleo sea local”

El director general de Generación de Endesa ha subrayado la oportunidad para el empleo que trae la demolición: “Para nosotros es prioritario que el empleo sea local, y especialmente de las personas que han estado trabajando con nosotros en la operación y mantenimiento de la central. Por eso hemos lanzado un plan de formación, porque para trabajar en este proyecto han de completar su cualificación”.

El directivo de la eléctrica avala sus palabras con lo que está ocurriendo con la demolición de los grupos 1 y 2, actualmente en curso: “En esos grupos están trabajando 85 personas, de las que casi el 80% son del Bierzo, y la mayoría proceden de las subcontratas de la central. Para la licitación del desmantelamiento de los grupos 3, 4 y 5 hemos puesto a los concursantes un mínimo de contratación local y otorgamos más puntuación a quien más empleo de este garantice. Además de las personas que están en los grupos antiguos, en los más nuevos nuestra estimación es que llegaremos a picos de 170 personas, y una media durante los próximos cuatro años de 140”.

Voladuras y siete zonas de demolición

Endesa recurrirá a voladuras con dinamita para desmontar las estructuras esbeltas de la central de Compostilla, es decir, sus dos chimeneas, sus dos torres de refrigeración y sus silos de carbón. A las primeras se les aplicará voladura direccional con caída completa. Por el contrario, los edificios de silos serán abatidos con caída lateral, mientras que las torres de refrigeración caerán por desplome, volándose los pilares y el anillo de soporte de dentro hacia afuera.

Para realizar los trabajos de demolición, Endesa ha catalogado los edificios y equipos en siete zonas de actuación, que son las siguientes: turbinas, calderas, plantas de desulfuración de gases, estructuras esbeltas, parque de carbones: todas las instalaciones propias del parque de almacenamiento de carbones, edificios y estructuras varias y elementos singulares.