"Destino Sevilla me acompaña Carlos Fidalgo", apuntaba el escritor y periodista valenciano, Máxim Huerta en una publicación temporal de Instagram, mientras que en su pierna descansa un ejemplar de 'El Baile del Fuego', preparado para ser 'el viaje del viaje' hasta la capital hispalense. Cabe recordar, que Huerta ha abierto un espacio literario en Buñol (Valencia), que responde al nombre de "La Librería de Doña Leo", así es como se llama su querida perra y compañera.
Dividida en tres partes, la novela arranca en 1935, en un Madrid que vive los últimos días de la II República y que Fidalgo busca retratar con el mismo amor con el que Eduardo Mendoza plasmó el carácter de Barcelona en ‘La ciudad de los prodigios’ o en ‘La verdad sobre el caso Savolta’. La narración se sitúa en el Club Lyceum, una de las primeras asociaciones de mujeres creadas en España, que celebraba sus reuniones en la Casa de las Siete Chimenea, tal y como relata David Álvarez en un reportaje para la Agencia ICAL.
En este ambiente de “incipiente feminismo”, Amalia Quiroga, la mujer protagonista del libro, interpreta al piano un fragmento del ‘Amor Brujo’ de Manuel de Falla, ‘La danza ritual del fuego’, de la que la novela toma prestado el nombre. “Es una pieza con mucha fuerza que en muchas ocasiones se utiliza como metáfora de la historia convulsa de España”, explica el escritor. “Donde otros ponen libros yo he puesto la música”, asegura Fidalgo, que salpica la obra de motivos musicales recurrentes como ‘Summer Wind’, de Sinatra.