El Palacio de Canedo acogió el pasado sábado la Fiesta del Vino Nuevo, donde se presentó el primer mencía de la cosecha 2018 ante un millar de personas. El músico Pepe Sánchez fue el pregonero del acto, con un discurso poético y cargado de reminescencias vinícolas y musicales.
El grupo vigués Club Naval y Musicanimación completaron el festival donde se pudo disfrutar de la 27ª cosecha de maceración carbónica del Prada, un vino elaborado de manera artesanal, donde los racimos entran en la cuba enteros y sin despalillar para un proceso de maceración que extrae de la piel el máximo de aromas y sabor para hacer un vino único, singular, y muy diferente cada año.
Como señaló el propio bodeguero José Luis Prada, “cada año es diferente y eso es lo que lo hace grande”. Prada recordó que de este vino saca al mercado unas 23.000 botellas cada año “y al llegar el mes de agosto se acaba, porque es para beber en el primer año de vida preferiblemente”. Esto hace que “nos engallemos” y podamos presumir de un vino que cada año es diferente pero que “siempre sorprende, yo siempre quedo asustado”, dijo.
José Manuel Ferreira, enólogo de la bodega, señaló que este es un vino “que nace dentro de la misma uva” y que se caracteriza también porque no está camuflado con levaduras o maderas, es un vino directo de la viña a la copa. “Este ha sido un año más fresco de lo habitual y eso ha hecho que tengamos una menor graduación que en la cosecha anterior, de modo que es un vino más fácil de beber, de 12,5 grados”, que pide una segunda botella y que potencia a la mencía como ningún joven berciano lo hace.
Mostajo o Peral de Monte, en la etiqueta
La etiqueta de este año la forman hojas de Mostajo o Peral de Monte, uno de los árboles que forman parte del Bosque Didáctico de la Fundación Prada a Tope.
Desde hace cuatro años, el Maceración del Palacio lleva siempre en su etiqueta las hojas de alguno de los árboles que forman ese Bosque, una forma de divulgar la iniciativa José Luis Prada en la que en 8,5 hectáreas entre Quilós y Arganza se levanta un jardín botánico único con las especies arbóreas más importantes del Noroeste, y a la vez una forma de concienciar de la necesidad de preservar nuestros bosques para las generaciones futuras.