Los populares Roberto Mendo y Marco Morala en una imagen de acrhivoEl concejal del PP en el Ayuntamiento de Ponferrada Roberto Mendo exigió este martes al equipo de Gobierno de la ciudad “más mesura y menos precipitación” al anunciar sus proyectos, después de que los responsables del Consistorio hayan dado marcha atrás a la implantación de nuevas plazas de zona azul en el barrio de La Rosaleda por los perjuicios que esto causaría a los trabajadores del centro comercial. “Para el alcalde de Ponferrada no puede haber ni trabajadores ni vecinos de segunda cuando se trata de pagar la ORA”, subrayó Mendo, que recriminó a los responsables del Consistorio su “poca sensibilidad” con el resto de trabajadores y vecinos de la ciudad.
En ese sentido, Mendo calificó de “sorprendente” la forma de retirar el proyecto de ampliación de zonas de aparcamiento regulado. “Comprendemos el malestar causado por las insensibles palabras del concejal de Movilidad a todos los trabajadores de zonas donde pagan ORA por acudir a sus puestos de trabajo”, afirmó.
En la misma línea, el edil del PP criticó la “improvisación” con la que se ha manejado el asunto y calificó la propuesta del equipo de Gobierno de “globo sonda” ideado para “calibrar el rechazo” de la ciudadanía a la propuesta. “Han salido tan escaldados que lo han tenido que retirar”, resumió Mendo, que reprochó a los responsables del Consistorio que “en lugar de fomentar la transparencia, el diálogo y el acuerdo, se dedican a improvisar siempre”. “La ciudad no puede acostumbrarse a un alcalde y un equipo de Gobierno que solamente aciertan cuando se rectifican a sí mismos”, concluyó.
Marcha atrás del equipo de Gobierno
El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, aseguró que el equipo de Gobierno -PSOE, Coalición por El Bierzo y Podemos- “está abierto a replantearse la implantación de la zona azul para aparcar en el barrio de La Rosaleda, tras reunirse con los trabajadores del centro comercial El Rosal, -“que acabarían siendo los más perjudicados por esta medida”-, que “somos un gobierno progresista, de izquierdas, y si hay que tener en cuenta un posible perjuicio a trabajadores, que son mileuristas, a lo mejor hay que mirarlo”, afirmó.
La polémica sobre la implantación de la ORA en La Rosaleda comenzó en septiembre, cuando el Ayuntamiento anunció la transformación de 180 plazas de aparcamiento de las inmediaciones de el Centro Comercial El Rosal en zona azul. Desde el Consistorio señalaron que además convertirían alrededor de 600 plazas de zona azul en zona naranja con el objetivo de dar respuesta a la problemática de aparcamiento planteada por los comerciantes del centro de la ciudad al hilo de las obras de la calle Gómez Núñez. A partir de entonces los vecinos de la Rosaleda presentaron firmas para manifestarse en contra de esta medida hasta conseguir 3.000 apoyos. En total, fueron 350 los vecinos de la Asociación y más de 50 comercios de la zona los que firmaron el ‘no’ a este cambio. Ante las protestas, Olegario Ramón sostenía que la medida “no perjudica a los vecinos al haber 2.000 plazas de aparcamiento libre” y “que los espacios donde se van a establecer las 134 plazas de pago no afectan a ni un solo vecino del barrio“, sentenció.
El último ‘avance’ sobre el polémico tema, hasta las declaraciones ofrecidas este lunes por Ramón, fue la reunión mantenida en noviembre por el alcalde con la Asociación de vecinos de la Rosaleda, en la que estos últimos aseguraron “rendirse” porque Ramón aseguró que seguiría adelante con el proyecto. “No podemos hacer más, respetamos la elección pero no la compartimos”, aseguró el presidente de los vecinos, añadiendo que “estamos desilusionados con el alcalde”.