El “síndrome invisible” o Asperger afecta a casi 3.000 familias en la provincia, desde Asperle en Ponferrada ayudan para su normalización

Falta de habilidades sociales, dificultad para entablar relaciones o alta sensibilidad sensitiva son algunas de las limitaciones con las que conviven las personas diagnosticadas con Asperger.

17 de Febrero de 2018
Actualizado: 28 de Febrero de 2018 a las 19:27
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Presidente Asociacion Asperger León Febrero 2018_1
Presidente Asociacion Asperger León Febrero 2018_1
Limitaciones sociales, dificultad para entablar relaciones, para verbalizar sus pensamientos, alta sensibilidad a los ruidos o una incapacidad innata para mantener la mirada en una conversación. Son solo algunos de los síntomas con los que conviven las personas con Asperger, un trastorno del espectro autista, (TEA), difícil de diagnosticar y que padecen entre 1.500 y 3.000 personas en la provincia de León.

“Esto es una condición, no una enfermedad”, deja claro Manuel Fernández, presidente de Asperle, la asociación de personas con síndrome de asperger en León. En su sede de Ponferrada, ubicada en los bajos del estadio Toralín, 33 familias bercianas reciben apoyo, información y pueden participar en los talleres que se imparten para facilitar diferentes aspectos de la vida de los ‘aspys’, término con el que prefieren denominarse.

Escondido muchas veces detrás de personas consideradas introvertidas, despistadas o extremadamente tímidas, “es el síndrome invisible”, explica Fernández. “A veces es un calvario de diagnósticos erróneos porque para psicólogos que no son especialistas en este tipo de trastornos es difícil de diagnosticar”. Y es que, como dice, “no hay ningún asperger igual a otro”. Este domingo 18 de febrero es su día, el Día Mundial del Asperger, y para Fernández, una oportunidad para dar visibilidad e intentar normalizar una condición aún estigmatizada. “Queremos aumentar el número de asociados porque hay necesidades que nosotros podemos cubrir”, cuenta.

No todas las personas con SA presentan todos los síntomas, pero algunos de los más frecuentes son las dificultades para la expresión y el reconocimiento de la comunicación no verbal que acompaña al lenguaje, inflexibilidad cognitiva y comportamental, presencia de intereses restringidos, interpretación literal del lenguaje, torpeza motriz, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación, en la abstracción de conceptos y en la interpretación de las emociones y sentimientos ajenos y propios, explica Alejandro M. de León Hernánez, uno de los psicólogos que trabajan con la asociación.

Talleres y terapias, aprender lo que otros hacen de manera natural

Desde la asociación ofrecen talleres para desarrollar las habilidades comunicativas de los aspys. “Suelen tener problemas para identificar los rasgos, los dobles sentidos o los gestos y tampoco saben mentir, un niño asperger es casi imposible que mienta”. “Con los talleres adquieren habilidades sociales, aprenden lo que un niño neurotípico hace de manera natural”. “Si alguien que no ve necesita gafas, le ponemos unas gafas”.

Desde la asociación ponen en marcha talleres de teatro, de técnicas de estudio y de apoyo escolar.” Los aspys pueden leer un texto y quedarse con los detalles sin entender su totalidad”. Para los más mayores, a partir de los 15 años, ofrecen también un taller de orientación sexual. “Muchas veces no saben cómo actuar, no encuentran la palabra adecuada o saben cómo entablar conversaciones”.

Altas capacidades, trabajadores brillantes con un alto índice de desempleo

Según Fernández, el paralelismo que muchas veces se establece entre asperger y superdotación es un mito. No obstante, es cierto que si entre la población neurotípica el porcentaje de superdotados es del 2%, en los asperger alcanza el 4%, es decir, se duplica. “Lo que sí suelen alcanzar son altas capacidades en distintos campos”, dice. “Mi hijo con 7 años ya daba charlas detalladas sobre el espacio”, cuenta.

Asperger en adultos

“Hay mucha gente adulta sin diagnosticar”. Los adultos con asperger suelen tener problemas a la hora de encontrar empleo, “el índice de paro entre la población con asperger es superior”, sostiene Fernández. “Pueden ser muy buenos en su oficio pero no pasar una entrevista de trabajo”. La mayoría de los asperger desarrolla altas capacidades que los convierten en trabajadores brillantes en su campo, sin embargo, pueden dar la sensación errónea de no ser válidos, y lo peor de todo, sentirse así.

La información y la terapia son claves para normalizar la condición. "Un asperger, nace y muere asperger".