P. ¿Cómo viene la añada de vinos 2012?
R. La cosecha se retrasó este año más que estos pasados, pero no significa nada. Ha llovido poco, pero sí al final, aunque le ha venido bien. Yo estoy muy contento con el resultado, el vino de este año tiene una explosión de aromas y creo que a la gente le va a gustar el vino de este año.

P. Primer vino del año, el Maceración, ¿cada vez la apuesta más evidente de Prada a Tope?
R. Maceración es esa chispa, esa alegría y juventud de la variedad mencía. De hecho es el mencía puro, y aquí son materia ni productos extraños. Tenemos una gran apuesta y es de lo que más botellas salen; unas 25.000 de este año. Es la mejor forma de saber qué tiene el vino de este año.

P. ¿Qué lanzamientos se esperan para esta añada?
R. Vamos a lanzar la partida del Crianza de 2010, y también otra un poco más especial de Crianza de la etiqueta 1.100 años del Reino de León, el Valetín Roble de 2009, que tiene un ligero toque de barrica, y el Reserva del 2006. También tenemos en blanco el Prada Godello, del que salen 15.000 botellas y que tiene una gran aceptación.

P. ¿Hacia dónde se dirige el mercado del vino?
R. Por supuesto al extranjero. En Suiza tenemos un gran exportador, que apuesta por nuestra filosofía y ya no sólo da entrada allí a la Mencía, sino que ha empezado a vender Biermú. Y en América tenemos un gran éxito en México, que debo decir que nos sorprendió la cantidad de pedido para el vino del 1.100 años de Reino de León.

P. Y a nivel nacional ¿cómo esté funcionando el acuerdo con Repsol?
R. Otro rotundo éxito. Fueron 5.000 botellas de limonada, 2.500 de Biermú blanco y otras tantas de tinto, y ahora dos meses después nos han pedido otras 2.000 botellas más. Son casi mil gasolineras.

P. La industria del vino, una de las pocas que escapa a la crisis en El Bierzo...
R. Es una de las pocas bases de la economía de la zona que nos queda y de eso tenemos que presumir. Todo lo demás se está desmontando, pero da gusto ver cómo se planta viñedo nuevo y surgen proyectos de grandes y pequeñas bodegas. Es riqueza para la tierra, económica y también paisajística.

P. ¿Y el turismo rural?.Es el gran argumento de muchos análisis sobre los sectores con futuro en El Bierzo; ¿Por qué no acaba de despegar?
R. Es un tema que está muy manido. Necesitamos un turismo rural de calidad, que sea serio, que tenga calidad y que sea sobre todo honrado. No se puede montar algo para sacar dinero, y sacarlo en dos días. El turista cuando viene, la mayoría de oferta rural no le convence. Quiere algo de calidad, algo diferente, cuidado con mimo y una oferta profesionalizada, porque aquí el turismo rural no está profesionalizado. Cada uno monta aquí o allá sin honradez ni calidad. Eso no puede funcionar de esa manera.

P. Este año 20 aniversario del Xamprada... ¿un motivo para tener en la mesa por Navidad? ¿Cree que ese conflicto identitario catalán puede cambiar el cava por el Xamprada?
R. Son 20 años y ya está consolidado pero sigue creciendo en lo que se refiere a comercialización. No quiero hablar de esas cosas, pero si la gente no sabe apreciar las cosas que tenemos en el país, mal vamos.

P. ¿En El Bierzo, y puede que en otras partes del país, tenemos ese fallo de apostar poco o desconfiar de lo nuestro; de nuestros productos?
R. Yo lo he dicho siempre. En El Bierzo se subestima un poco lo de casa. Cuesta mucho más que acepten las cosas que se hacen aquí, y que son igual o mejores. ¡Ojo!, no digo que hay que defender algo que no sea bueno por muy del Bierzo que sea; no se puede defender una cosa porque sí, porque sea de aquí, pero sí hay cosas de calidad y se subestima un poco lo de casa.

P. Siempre defiende Prada que volver a la tierra es ir al futuro ¿No es contradictorio?
R. Volver a la tierra en el sentido de ver lo que hay en ella para hacer nuevos productos de futuro. Es lo que digo. La tierra es el futuro más estable para El Bierzo, hay que volver a la tierra, es la madre, nunca falla. Aquí se subestimó cuando se empezó a ganar dinero a paladas y de cualquier manera en la minería primero, construcción y cantera después... y eso nos alejó de la tierra. No podemos perderla nunca de vista, aún puede darnos muchas cosas.