José M. Díez Cubelos: “Para acabar con delitos como el robo de cobre o incendios son necesarios cambios legislativos para sanciones ejemplarizantes”

El general Díez Cubelos, jefe de la Guardia Civil en Castilla y León, reclama que la reforma del Código Penal contemple un incremento de penas para los reincidentes

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Fundador, CEO de InfoBierzo e InfoLeon
13 de Octubre de 2013
Actualizado: 18 de Septiembre de 2014 a las 20:34
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Desde el pasado mes de diciembre, José Manuel Díez Cubelos, el general más joven de toda la Guardia Civil a sus 56 años, ocupa la jefatura de la 12ª Zona de la Guardia Civil, con sede en León y de la que dependen las nueve comandancias provinciales del Instituto Armado en la Comunidad.

Natural de Ponferrada, este nombramiento ha supuesto para Díez Cubelos una “vuelta a sus orígenes”, dado que desde que ingresara en la Academia General de Zaragoza con 17 años, muchos han sido los destinos alejados de su tierra natal que ha ocupado. Entre abril de 1991 y octubre de 1992 estuvo concentrado en la Oficina de Seguridad Olímpica de Barcelona; después ocupó el empleo de comandante en la Comandancia de Valencia durante ocho años y el de teniente coronel en el gabinete técnico del director general de la Guardia Civil, desde noviembre de 2001 a enero de 2005, con el vallisoletano Santiago López Valdivielso. Fue jefe de la Comandancia de Castellón hasta octubre de 2009 y de la Comandancia de Granada hasta diciembre de 2012, cuando fue ascendido a general de Brigada.

La impecable hoja de servicio que corroboran las numerosas condecoraciones que ha recibido y la longeva tradición de su familia con el Cuerpo, por el que ya pasaron su bisabuelo, su abuelo y su padre -a los que siempre tiene presentes gracias a una foto que le acompaña en su despacho-, ponen de manifiesto que la relación de Díez Cubelos con la Guardia Civil es, además de vocacional, pasional.

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¿Es Castilla y León una comunidad segura?

Sí, sólo hace falta ver las cifras. Mientras la tasa delincuencia, índice que mide los delitos por cada mil habitantes, se sitúa en Castilla y León en 32,7, en el conjunto de España sube hasta el 47,4. Además, en la demarcación de la Guardia Civil a nivel regional no llegamos al 26,5. De todas formas e independientemente de las estadísticas, mientras sigan existiendo robos y haya víctimas, algo que todavía ocurre, nosotros tenemos trabajo.

¿Esta seguridad también es percibida por la sociedad?

Yo creo que sí. Si preguntas a la gente que viene de fuera de la Comunidad, sobre todo a los extranjeros, te das cuentas que están impresionados de la seguridad que se respira aquí. Nosotros no lo valoramos porque nos hemos acostumbrado a una calidad de vida con unos índices de delincuencia más que aceptables.

¿Cómo se va a concretar el Plan Roca en la Comunidad?

A lo largo de su historia, la Guardia Civil siempre ha estado ligada al medio rural y así lo recoge nuestro himno cuando dice aquello de 'por ti cultivan la tierra'. Ahora, como es nuestro deber, vamos a luchar contra este problema. En la reunión celebrada el pasado martes en Valladolid y a la que asistieron los representantes de las organizaciones agrarias, ya se determinó que cada provincia contará con un equipo Roca de investigación salvó Valladolid, donde van a trabajar dos. De todas formas, no hay que perder de vista que tenemos la suerte de ser una de las comunidades con menos robos en explotaciones agrícolas y ganaderas.

¿Los robos en el campo afectan por igual a toda la Comunidad?

No. Los municipios más afectados se sitúan en la provincia Valladolid, entre Tordesillas y Medina del Campo, en una zona muy de paso y que ha sido estudiada en profundidad por los investigadores de la Guardia Civil. Aún así, estamos hablando que Valladolid ocupa el puesto 22 en el 'ranking' de las provincias con más robos de este tipo. Vigilar el campo las 24 horas del día es imposible. Ni somos tantos, ni lo seremos nunca, ni sería rentable hacerlo. Para atajar este delito es necesaria la colaboración de todos, empezando por los propios agricultores.

¿Cómo pueden colaborar con la Guardia Civil los habitantes del medio rural?

Generalmente los amigos de lo ajeno pasan por el día, ven lo que se quieren llevar y vuelven por la noche. Ese pasar por el día siempre alguien lo ve y para la Guardia Civil es fundamental. Pero además de facilitar información a la Guardia Civil, es necesario tomar unas mínimas medidas de seguridad empezando por no dejar los aperos en cualquier lado. Al mismo tiempo, y así se puso de manifiesto en la reunión con las organizaciones agrarias, está claro que lo que no se puede vender no se roba. Si nosotros mismos creamos un mercado comprando herramientas y aperos de segunda mano de dudosa procedencia, estamos favoreciendo que seamos víctimas de un robo.

¿La eliminación de la atención continúa en buena parte de los cuarteles del medio rural ha podido incrementar la sensación de inseguridad en los pequeños pueblos?

La sociedad prefiere que los agentes estén patrullando por el campo que sentados en el cuartel. A nivel nacional se ha intentando adecuar el servicio de atención al público a la demanda, para que el resto de horas los guardias puedan estar de patrulla, pero siempre garantizando la ayuda las 24 horas del día a través del 062. Es un cambio que comenzó antes de la crisis y que lo único que busca es la eficiencia del servicio.

¿La crisis podría obligar al cierre de algunos cuarteles pequeños en la Comunidad?

No. En la década de los 90 ya se realizó un estudio para determinar cuántos puestos deberían quedar por provincia, informe que conllevó el cierre de algunos cuarteles. En ese mismo estudio se determinó, en función de las actuales carreteras, una distribución racional por provincia para mantener un esquema adecuado de servicio. Además, desde el punto de vista político, los dos grandes partidos vienen repitiendo en todas las campañas electorales la frase de que es necesario el mantenimiento del despliegue de la Guardia Civil. Por algo será.

¿Se sienten ustedes valorados por la sociedad?

Sí, sin duda. La satisfacción del deber cumplido nos la dan los propios ciudadanos cuando vas de patrulla, hablas con la gente y notas el cariño que hay hacia la Guardia Civil, y eso a pesar de las denuncias que ponemos, que son muchas. Cuesta tanto denunciar como recibir la denuncia, ambas cosas son desagradables, pero son necesarias para mantener las reglas de convivencia.

¿Y por los que mandan?

Hace años alguien decía que nos había descubierto. Menos él, creo que los demás llegan queriendo mandar a la Guardia Civil. Para un político somos un cuerpo bonito de mandar, aunque no fácil.

¿Cómo está afectando la reducción de la plantilla?

En esto de la seguridad cuanto más azúcar más dulce y está claro que con un mayor número de patrullas mejor lo podríamos hacer. No hay que preguntarse si tenemos lo suficiente, nos tenemos que preguntar si con lo que tenemos podemos solucionar los problemas. Sin lugar a dudas, la respuesta es que sí y así se demuestra con la reducción de los índices de delincuencia. Es una realidad que en esta época de crisis sólo se están reponiendo un 10 por ciento de las plazas de agentes que se jubilan pero, aún así, creo que tenemos gente suficiente para hacer bien nuestro trabajo. Estamos en una sociedad que tenemos que levantar entre todos a base de esfuerzos. Espero que a partir de 2015 la plantilla comience a cubrirse con cierta normalidad.

¿El despliegue actual de la plantilla es el adecuado o considera necesario realizar modificaciones en las algunas zonas de la Comunidad por su mayor índice de conflictividad?

En zonas de la provincia de Ávila lindantes con Madrid hay algún puesto muy ajustado, como ocurre en la zona de expansión comercial de la provincia de Valladolid. Ante estos casos puntuales lo que se viene haciendo es reasignar servicios y trasladar allí a efectivos de otras zonas.

¿Son los jóvenes de hoy menos respetuosos con las normas de convivencia?

Esta pregunta es la misma que cada generación se plantea sobre sus hijos. Los jóvenes tienen ahora a su alcance más medios para llamar la atención, pero no hacen cosas muy diferentes de las de hace 30 años.

¿Cómo está afectando la crisis a la seguridad?

La crisis no ha afectado a la seguridad. Puede ser que en algunas zonas se registre un repunte de los robos en supermercados, pero la realidad es que los que están padeciendo la crisis están sobreviviendo sin necesidad de delinquir y eso es algo de agradecer. Las personas que lo están pasando mal buscan otra solución antes de cometer un delito y por lo general recurren a la ayuda de la familia. Además, asociaciones como Cáritas o los bancos de alimentos están haciendo una gran labor y, por lo menos, los mínimos para poder seguir viviendo están garantizados.

¿Como se afrontan episodios violentos como los vividos en las zonas mineras?

Estamos ante un proceso de reconversión sangrante y complicado para las zonas mineras. Espero que los enfrentamientos vividos el pasado año, que ahora, echando la vista atrás, se ha demostrado que no sirvieron para nada, no se repitan. ¿De qué sirvió arriesgar vidas y bienes?Puedo estar de acuerdo con el fondo de las protestas, pero no con las formas. Generar un daño que no te va a servir para nada creo que es de ser poco inteligente.

El tráfico de drogas fue uno de los delitos que más descendió el pasado año en la región. ¿Existe en la Comunidad algún punto donde se esté poniendo una mayor vigilancia?

Hay tres planes específicos contra el tráfico de drogas: la seguridad en centros escolares, en centros de ocio y el plan Telos, de controles preventivos en las principales vías de comunicación. De todas formas, fuera del incremento que se está produciendo en la incautación de marihuana, mucho menor que el registrado en otras regiones, no hay datos preocupantes.

¿Episodios como la tensión generada en Valladolid con los Monchines, que llegó a acabar con tiroteos en la calle, se pueden ya dar por controlados?

Hacer servicios preventivos para que esto no pase es muy difícil, dado que el que se quiere pelear no busca que a su lado esté una patrulla de la Guardia Civil o de la Policía Nacional. Otra cosa muy distinta es la investigación y el esclarecimiento de los casos y, afortunadamente, siempre que ha habido un tiroteo o un delito contra las personas se ha resuelto. En la Comunidad no quedan delitos importantes sin esclarecer, aunque es verdad que en algunos se han tardado años en hacerlo.

En este tipo de delitos la sociedad tiene muchas veces la imagen de que los delincuentes entran por una puerta y salen por otra. ¿Es real esa percepción?

Lo primero que hay que decir es que para salir de la cárcel primero hay que entrar, por lo que nuestro trabajo lo estamos haciendo. La actual legislación no permite a los jueces aplicar la prisión preventiva en determinados delitos leves y nosotros tenemos asumido que a las pocas horas de entregar delincuentes a la Justicia muchos vuelve a salir a calle. Los guardias civiles ya sabemos que tenemos que tener paciencia, que no debemos desmoralizarnos y que hay seguir trabajando para llevar ante la Justicia a los delincuentes. Si cambian las leyes será mejor.

¿Qué cambios habría que acometer para contar con una legislación más eficaz?

Con esta legislación estamos bajando el índice de delincuencia, pero para acabar con delitos como el robo de cobre o los incendios forestales son necesarios cambios legislativos que conlleven sanciones ejemplarizantes. En el caso de los robos de cable, en los juzgados sólo se tiene en cuenta lo que se ha robado, pero no los daños económicos que provocan o la inseguridad que generan. El día que la Justicia valore todos los daños que realmente generan estos robos en una explotación agrícola, en una empresa o en un pueblo que se han quedado sin electricidad, se empezará a imponer otras penas. Tres cuartos de lo mismo ocurre con los incendios forestales. En lo llevamos de año ya son 16 los detenidos por incendios provocados, muchos de ellos reincidentes. Estamos ante un delito muy difícil de probar y es el único en el que el Tribunal Supremo ha dictado sentencias en las que considera pruebas a los simples indicios. De todas formas, si coges a 16 y no reciben un castigo ejemplar, avanzamos poco. Ahora se está tramitando en el Congreso cambios en el Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Espero que estas reformas sirvan para reorientar el castigo a los reincidentes. El que detengamos decenas de veces al mismo delincuente sin que haya empezado a cumplir condena es muy problema grave. El propio delincuente tiene una sensación de impunidad que sirve de ejemplo para otros. La reincidencia debe tener más valor punitivo que ahora.

¿Cómo se ven desde este lado los comentarios que apuntan a una unificación de la Guardia Civil y la Policía Nacional?

En todos los países de nuestro entorno existen dos cuerpos de policía, uno civil y otro de naturaleza militar. En 2014 la Guardia Civil cumplirá su 170 aniversario y el Cuerpo se mantiene con el mismo espíritu. En todos estos años hemos tenidos repúblicas, dictaduras y monarquías y todos han considerado que la Guardia Civil tenía que seguir con el mismo espíritu.

Algunos argumenta que con esta unificación se lograría incrementa la eficacia. ¿Qué le parece esta opinión?

El índice de esclarecimiento que tenemos en esta Comunidad supera el 45 por ciento, y aunque no digo que la Policía Nacional no pueda llegar a este nivel, en la actualidad tiene uno mucho más bajo que el nuestro. Ahora mismo la Guardia Civil es, tecnológicamente, uno de los cuerpos policiales más punteros de todo el mundo, que además de tiene un prestigio ganado a pulso.

Uno de cada tres robos de obras de arte que se registra en España se comete en Castilla y León. ¿Cómo se está avanzando en la lucha por evitar este tipo de delitos?

El patrimonio que tenemos en Castilla y León es impresionante y muy difícil de vigilar por su diseminación y por la falta de unas mínimas medidas de seguridad. Por parte del Seprona y de las patrullas de vigilancia se está haciendo un gran esfuerzo, pero sería bueno que todos los bienes estuvieran inventariados y que algunos se trasladaran a museos tras ser sustituidos por copias. Estas medidas y algunas otras nos harían el trabajo más fácil. De todas maneras, tenemos unas unidades de investigación especializadas con unos niveles más que aceptables de casos esclarecidos.

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En los últimos años se ha producido una drástica reducción del número de víctimas mortales en la carreteras. ¿Es el carné por puntos la principal razón de esta positiva tendencia?

El carné por puntos sirvió para que todos nos mentalizáramos de que el tráfico era importante y de que podíamos perder el permiso. Esto, unido al trabajo de la Guardia Civil, a los temidos radares, a los controles de alcoholemia y a la reducción del tráfico, han provocado que dejemos atrás las absurdas cifras de muertos que teníamos hace diez años, cifras que ahora serían impensables.

¿Se van a instalar más radares en las carreteras de la Comunidad?

Sí, habrá más. La DGT quiere poner más radares móviles.

¿Es verdad que el suelo de los agentes de tráfico varía en función de las multas que ponen?

Estamos hablando del tema clásico de tráfico. El Cuerpo cuenta unos baremos que sirven para distinguir al guardia que trabaja más del que trabaja menos. El primero de todos es el auxilio en carretera y dentro estas numerosas variables también se encuentra el número de sanciones impuestas, aunque ni mucho menos es el criterio más importante.

¿Desde el Gobierno se dictan directrices a la Guardia Civil para que se sancionen más y se incremente la recaudación?

No, en absoluto. La recaudación no es un problema nuestro. Nosotros, sin más, tenemos la obligación de denunciar las conductas que transgreden la ley.

¿Cómo afectan a la Guardia Civil los debates políticos en los que, como en el caso del nacionalismo catalán, les pone como excusa?

La Guardia Civil está desplegada en todo el territorio nacional y constituye un elemento vertebrador del país. No entenderíamos que se nos quitara de un parte. Esperemos que encuentren una solución al problema de estos independentismos. Sin lugar a dudas, un país cuanto más grande sea y más unido esté, más fuerte es. No se entiende que en un mundo en el que vamos uniendo cosas para ser más fuertes, alguien pretenda separarse para ser más débil

¿Su mejor momento en la Benemérita?

El ascenso a general fue un momento de reconocimiento de toda mi carrera y es algo de lo que me siento especialmente orgulloso.

¿Y el peor?

-Los atentados terroristas no se me olvidarán nunca. El atentado del cuartel de Zaragoza con los féretros blancos desfilando por la calle, el de la calle República Dominicana de Madrid con 14 guardias muertos, el de Vic..., fueron asesinatos que no lograron doblegar nuestro espíritu, aunque sí que nos hicieron sentirnos muy mal.