Érase una vez, una bodega que se volvió 'Majara' y recorrió 2.400 km en 5 días para honrar el vino del Bierzo

El berciano Javier Álvarez, propietario de la bodega Almázcara Majara, ha recorrido 2.400 kilómetros en 5 días... en una mini-moto Honda Monkey 125, parando en cada establecimiento que ofrece su DO Bierzo

13 de Julio de 2019
Actualizado: 23 de Septiembre de 2021 a las 20:08
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Almázcara Majara Tour castillo ponferrada 650
Almázcara Majara Tour castillo ponferrada 650
Javier Álvarez en el punto de partida del viaje

Confucio dijo que si eliges un trabajo que te gusta, no tendrás que trabajar ni un día de tu vida. Este mantra se personifica en el berciano Javier Álvarez, propietario de la bodega Almázcara Majara, que ha recorrido 2.400 kilómetros en 5 días... en una mini-moto Honda Monkey 125, que permite una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora. El propósito del viaje era honrar al vino Denominación de Origen Bierzo que produce su bodega pero, finalmente, se convirtió en una experiencia vital que pretende instaurarse como tradición. 

Javier Álvarez, enólogo y marinero, adoptó la filosofía del 'bon vivant' cuando decidió emprender el que ha bautizado como Almázcara Majara Tour. "La idea surgió cuando me compré la mini-moto y pensé que me hacía ilusión ir con ella hasta Ponferrada", inicia su relato. Cuando se lo confesó a sus amigos, ninguno creía que la ocurrencia fuese una propuesta en firme, algo que no hizo sino alentar aún más al bodeguero para embarcarse en su aventura.

Ir a la bodega y volver, esa era la ruta que se planteó en un principio. Sin embargo, Álvarez encontró un modo mucho más gratificante y significativo de disfrutar el viaje. Él y su amigo Luis, ambos a lomos de mini motocicletas, fueron visitando cada local, restaurante o comercio donde se vende el vino de la bodega Almázcara Majara.

La travesía comenzó el sábado 6 de julio en Sant Andreu de Llavaneres, un pueblo marítimo cerca de Barcelona donde reside Álvarez. Su primera parada fue en la tienda de vinos Wine Palace de Lérida y, desde allí emprendieron rumbo a la Taberna El Sardi en Zaragoza. Al día siguiente abandonaron tierras mañas para poner rumbo a Madrid, donde visitaron los hoteles Villareal y Urban, y brindaron en los restaurantes Cebo Aurelio Morales, El Landó y Glass Mar by Ángel León. El tercer día, las ruedas de estos aventureros pisaron El Bierzo. La emoción estallaba al recorrer las carreteras cobijadas por los paisajes bercianos y echar el freno en Molinaseca, donde los protagonistas de esta historia repusieron fuerzas para el plato fuerte: la visita a la bodega Almázcara Majara, en el pueblo homónimo. 

Javier Álvarez en Molinaseca

Por supuesto, Javier y Luis recorrieron la capital berciana con parada en el emblemático Castillo de los Templarios, el ya cerrado pero inmortal pub Magel y, como no podía ser de otro modo, un brindis en Finca Vivaldi, otro en Sorbo, otro en La Alquitara y en la vinoteca de Benito Otero, en Rañadero 37... y alguno más. Una de las paradas más emotivas fue en la casa de la abuela de Álvarez, "allí empezó todo, en 2002". El cuarto día, fueron recibidos en Cacabelos por el presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Álvarez Courel. En La Moncloa de San Lázaro hicieron buena cuenta de la gastronomía berciana y levantaron sus copas en honor a esta tierra. 

Javier Álvarez y Gerardo Álvarez Courel en La Moncloa (Cacabelos)

A continuación, emprendieron su marcha hacia Santander, directos al Restaurante Umma, para después pisar tierras donostiarras y llenar el estómago en Saltxipi... donde coincidieron con el mismísimo Woody Allen. El quinto día, las curvas de Huesca trazaron los últimos kilómetros de la travesía.

Cinco días y 2.400 kilómetros después, Javier y Luis se quitaban el casco en Barcelona con una promesa, repetir el año que viene. Javier Álvarez asegura que Almázcara Majara Tour será una tradición que irá variando de ruta cada año, pero mantendrá siempre la visita a la bodega berciana. ¿El único requisito para participar? Tener una mini-moto y muchas ganas de disfrutar.

Más de 20.000 personas conocieron la riqueza cultural, paisajísitca y gastronómica de nuestro país y del Bierzo gracias a la cuenta de Instagram de esta bodega berciana cuyo mensaje ha quedado muy claro: Lo importante no es el destino, sino disfrutar del camino.

Comida berciana en La Moncloa de San Lázaro

 

Visita a la bodega Almázcara Majara

 

Fin del viaje, de vuelta en Barcelona