Fallece ahogado un hombre de 77 años en un pozo situado junto al Seminario de León

Los Bomberos rescataron el cadáver en una complicada operación tras sumergirse en el agua turbia después de que la familia de la víctima, de 77 años, que solía pasear por el lugar, localizara allí algunos objetos personales

04 de Abril de 2019
Actualizado: 09 de Abril de 2019 a las 13:23
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pozo635
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Un hombre de 77 años ha fallecido este jueves ahogado en el interior de un pozo situado en las inmediaciones del Seminario de León, situado en la carretera de Asturias al norte de la capital leonesa, según han confirmado fuentes de la Policía Local y los Bomberos de León, que participaron en las complejas y peligrosas labores de rescate del cuerpo.

La víctima de este aparente accidente, según estiman a priori las mismas fuentes, solía pasear por esta misma zona cada día de manera habitual para hacer compañía a un pastor de ovejas, algo que conocía su familia. Por este motivo, cuando a mediodía no tuvieron noticias de él, lo primero que hicieron fue recorrer la zona y en esta tarea fue cuando localizaron algunos objetos personales en el interior del pozo y flotando sobre el agua.

Las mismas fuentes confirman que la perforación estaba sólo tapada a medias por una placa de cemento y que sobre aquella parte que permanecía abierta y sin protección apenas había unos palos y algo de vegetación.

De manera inmediata, poco después de las 16.00 horas, los familiares dieron aviso a la Policía Local y a los Bomberos de León, que por lo tanto en esta ocasión no fueron movilizados por un aviso a Emergencias 112, sino de manera directa.

Los profesionales de la estación de bomberos leonesa acudieron ya con algunos materiales que en un primer momento les permitieron sondear el interior del pozo, introduciendo primero una larga escalera prácticamente hasta el fondo del mismo. Descendiendo hasta el nivel al que llegaba el agua y, con ayuda de una larga pértiga, trataron de comprobar si efectivamente se localizaba el cuerpo sin vida pero resultó una tarea infructuosa.

Sin embargo, para asegurarse de lo ocurrido decidieron realizar una inmersión en el agua del pozo, muy embarrada y turbia. Por razones de celeridad, uno de los bomberos del cuerpo de León, profesional del buceo, empleó su propio equipo personal, incluidas bombonas de oxígeno y, al sumergirse, pudo comprobar que efectivamente la víctima se encontraba bajo el agua. El cadáver fue extraído en espera de la llegada al lugar de los hechos del equipo forense.