Las deudas han podido con la empresa Hijos de Casimiro González-Cercal que ha echado el cierre y dejado en la calle a diez trabajadores, que acaban de llegar a un acuerdo con el administrador concursal para cobrar lo mínimo que marca la ley, un máximo de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades. Según informa el secretario provincial de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC-UGT) de León, Óscar Cueto, los empleados tendrán que recurrir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) y recibir un indemnización por debajo de la que le correspondería.
"Hay un concurso de acreedores por liquidación y ya han llegado a un acuerdo con los trabajadores porque del proceso no se iba a sacar absolutamente nada", explicó Cueto, que puntualizó que todas las naves están hipotecadas y que sólo queda algún material inmovilizado que ahora se tendrá que valorar y vender para cubrir las deudas. Es un abogado del bufete Ábaco en Ponferrada quien ha sido designado como administrador concursal y ya ha mantenido dos reuniones con una representación de los trabajadores -siete de los cuales tendría derecho a la indemnización máxima-.
A este respecto, Óscar Cueto destaca que los empleados han decidido aceptar esta semana el acuerdo con el administrador porque veían que "no había futuro" ni forma de ser indemnizados adecuadamente por la empresa. "Ellos quieren que se solucione cuanto antes para poder reclamar al Fogasa, solicitar el desempleo o buscar otro trabajo", añade el responsable sindical.