El año 2018 pasará a la historia como unos de los más negativos para los fondos de inversión. Este es el resumen de un reciente informe publicado en Funds People en el que se analiza la evolución de unos de los productos financieros que recogen mayoritariamente los ahorros de los inversores. Se pone de manifiesto que esta tendencia ha terminado afectando a todos los activos financieros. Ninguno de ellos se ha quedado a salvo de este derrumbe en la valoración de sus títulos; en donde incluso este periodo ha sido el peor de los últimos 30 años para el mercado de bonos.

Ante este preocupante escenario que ha presentado el sector de la inversión en todo el mundo, no ha sido extraño que se haya desviado el capital hacia otros sectores alternativos. Como por ejemplo, los mercados de metales preciosos, inversión inmobiliaria online y en menor medida los juegos de azar. Sobre esta última alternativa, ante la desconfianza de algunos usuarios se han puesto en marcha plataformas que se dedican a analizar los operadores disponibles. En ellas se puede comprobar si las casas de apuestas, como por ejemplo 888sport, son una estafa o si son portales seguros. Será una estrategia muy eficaz para invertir el dinero con mayor protección.

Solo se paga la comisión si hay ganancias

En estos momentos hay una estrategia completamente segura para garantizarse las plusvalías en los fondos de inversión, sean de renta variable o fija. A través de las comisiones denominadas como de éxito. ¿Pero en realidad en que consiste este pago? Pues aunque sea una contradicción, su abono implicará que la rentabilidad se ha producido realmente en este producto, por mínima que esta sea.

Si la comisión de éxito se cobra sobre los resultados obtenidos en los fondos será la mejor señal de los resultados de la inversión. Con la ventaja de que solo se aplicará si hay ganancias en el fondo suscrito. Si no las hubiese, no habrá ninguna retención y por tanto el partícipe no tendría que desembolsar un solo euro por este concepto. Por tanto, sería un pésimo precedente para los inversores el hecho de que no tuviesen que abonarla.

Comisiones que siempre se aplican

Esta es la única comisión que depende de la propia evolución de los fondos de inversión. Mientras que por el contrario, hay otras tasas que siempre son de obligado cumplimientos, tanto con plusvalías como minusvalías. Son las vinculadas a su gestión y mantenimiento y que básicamente se refieren a dos modelos de administración.

• Comisión de depósito: con un cargo máximo que no puede exceder del 2,25 %.

• Comisión de gestión: su importe oscila normalmente entre el 0,2 % y 1 %.

La primera de ellas se produce como consecuencia de su administración y custodia y se devenga diariamente. No obstante, no se nota en la cuenta corriente del partícipe del fondo ya que se deduce del valor de liquidación del fondo. Mientras que la comisión de gestión es cobrada por la gestora en concepto de los servicios prestados. Como en el caso anterior, viene deducida de su valor real.

Gastos opcionales en los fondos

Las anteriores no son las únicas comisiones que generan este producto financiero, sino que hay otras que son opcionales. Es decir, solo se cumplimentan en ciertos fondos de inversión, como por ejemplo los basados en renta variable o ciertas áreas geográficas internacionales. Son precisamente estas comisiones las que pueden encarecer más la contratación de este producto. Con diferencias muy amplias de uno a otro fondo. Por normal general, con varios fondos de similares características hay que decantase por el que ofrezca un gasto menos expansivo.

Dentro de estos desembolsos, las comisiones más importantes, que se rigen por unos criterios de comercialización similares, son las siguientes:

• Comisión de suscripción

• Comisión de reembolso

En ambos casos, no pueden exceder del 5 % y suponen el mayor cargo a cuenta que reporta la suscripción de un fondo de inversión. La primera es cobrada también por la gestora y se formaliza en el preciso momento de contratarlo. Mientras que en el reembolso, el proceso es el contrario, ya que el gasto se realiza cuando los inversores deshacen sus posiciones. Bien a través de rescates parciales o totales.