Fotos: Mario de la Torre
Las obras para continuar el paseo fluvial por la margen derecha del río Sil en la ciudad de Ponferrada contarán con un presupuesto de medio millón de euros, de los cuales la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil aportará el 80 por ciento y el Ayuntamiento de la capital berciana, el 20 por ciento restante, según recoge el convenio de colaboración firmado hoy por los responsables de ambas instituciones. Tras la rúbrica, la alcaldesa, Gloria Fernández Merayo, celebró que las obras dan cumplimiento a una “promesa electoral” que permitirá “abrir Ponferrada al Sil” con la creación de “un nuevo espacio para el recreo y la práctica deportiva”.
En ese sentido, el actual proyecto dará continuidad al paseo ejecutado aguas arribas en el año 2015 y se extenderá a lo largo de dos kilómetros, desde el puente del Ferrocarril hasta la zona de las instalaciones deportivas del barrio de Flores del Sil. El proyecto contará con una franja de 15 metros de ancho, formada por una zona verde de dos metros pegada al cauce, una senda de tres metros de ancho, que se pavimentará para el uso recreativo y deportivo, y otra franja ajardinada de 10 metros en el lado contrario.
Una vez rematadas las obras, el Ayuntamiento será el encargado de instalar el mobiliario urbano y el alumbrado público en la nueva zona urbana, gracias a una partida contemplada en los presupuestos municipales prorrogados. “No habrá ningún problema”, aseguró Fernández Merayo, que agradeció el “compromiso personal” de la ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, con el proyecto y confió en que pueda ser ella la encargada de inaugurar el nuevo espacio.
En cuanto a los plazos, la regidora se mostró “optimista” y confió en que la ciudadanía pueda disfrutar de la nueva senda “este verano”, unas expectativas que rebajó el presidente de Confederación, Francisco Marín, que señaló que “los plazos son los plazos” y aseguró que los trabajos se rematarán “a final de año”.
En ese sentido, Marín insistió en que se trata de un proyecto “laborioso y complejo” y recordó que el proyecto ya está redactado pero falta formalizar los trámites de supervisión. En esa línea, los técnicos, que están a la espera de recibir el informe de los organismos de conservación de la naturaleza, confían en tener lista a final de mes tanto la disponibilidad de los terrenos como el informe de Patrimonio que certifique que no habrá afecciones a ningún elemento.
Una vez cumplimentados esos trámites, el proyecto saldrá a información pública. Cuando finalice el periodo de alegaciones, la obra saldrá a licitación y su plazo de ejecución será de seis meses, avanzó Marín.
Merayo y Marín. Foto: César Sánchez ICAL