La estrategia de transición justa incorporará un plan urgente dedicado a comarcas mineras con oportunidades de empleo de calidad

“Debemos prestar especial atención a sectores potencialmente generadores de empleo” en este proceso, a la formación, a la investigación o las nuevas habilidades profesionales, apuntó la ministra

11 de Septiembre de 2018
Actualizado: 11 de Septiembre de 2018 a las 17:50
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ribera
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La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, avanzó este martes que la estrategia de transición justa que prepara el Gobierno incorporará un plan urgente dedicado a comarcas mineras y a centrales nucleares próximas a su cierre.

Durante su intervención para clausurar la jornada ‘La transición energética y el empleo’ organizada por el Club Español de la Energía, la ministra explicó que su departamento está ultimando la estrategia de transición justa, que estará orientada por las directrices de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en esta materia.

Esta estrategia, según la ministra, incorporará un plan urgente dedicado a comarcas mineras y centrales nucleares próximas al cierre, y contempla la suscripción de los llamados "contratos de transición justa" en zonas donde se requieran ante la reconversión de empleos.

La ministra de Transición Ecológica subrayó que el proceso de transición energética generará oportunidades y el objetivo es que los empleos que se creen sean de calidad.

“Debemos prestar especial atención a sectores potencialmente generadores de empleo” en este proceso, a la formación, a la investigación o las nuevas habilidades profesionales, apuntó la ministra.

También incidió en que una transición justa implica “garantizar precios de energía asequibles para el ciudadano y para las empresas” y para ello, apuntó que se tienen que buscar alternativas que “respeten las señales de precios” y al mismo tiempo tengan en cuenta a los consumidores más vulnerables.

“No vale la estrategia del avestruz”, criticó Ribera, quien agregó que es necesaria una planificación, una anticipación y un trabajo basado en la “confianza” y el “entendimiento”.

Ribera defendió que “tenemos mucho que ganar si apostamos por la transformación” de la economía y por una transición energética “bien diseñada en la que nadie puede quedar atrás”.

No obstante, la ministra destacó que la energía no es la única interpelada, sino que también hay otros ámbitos en los que “tendremos que repensar qué significa ese proceso de cambio”.

Marco de estabilidad

Por su parte, la consejera delegada de Iberdrola España, Ángeles Santamaría, destacó en su intervención que la transición pasa por un “reparto de esfuerzos medioambientales entre sectores” y consideró que “no resultaría ni justo ni eficiente que todo el esfuerzo económico recaiga en el consumidor eléctrico”.

Santamaría también reclamó un “compromiso de todos los agentes, pero especialmente un marco de estabilidad que propicie la inversión” para el proceso, que se estima en 70.000 millones de euros hasta 2030.

“Necesitamos una regulación desde la solidez técnica y con una visión global y a largo plazo del sector”, consideró.

Por último, subrayó que “si no apostamos por la transición energética ahora, la dejaremos como herencia a generaciones futuras que tendrán que abordarla sin duda, pero no sé si estaremos a tiempo”.

El presidente del Club Español de la Energía, Miguel Antoñanzas, agregó que “no hay recetas milagrosas” para que esa transición sea exitosa, pero “sin diálogo social y complicidad de todos no lo vamos a conseguir”.