En la misma línea, han manifestado su propósito de "mantener los puestos de trabajo y por consiguiente la actividad, negociando un convenio anticipado de acreedores y en paralelo la venta de la unidad productiva a los grupos del sector que han manifestado su interés". Asimismo, el presidente de la Clínica, Antonio Pol, ha adelantado que "en estos días trabajaremos en la venta", que ya tiene dos empresas dedicadas a la gestión sanitaria interesadas.
Clínica Ponferrada llega a esta medida ante las consecuencias económicas de la acción judicial emprendida por un accionista contra la clínica, con la imposición de una indemnización que pone en riesgo la continuidad de la empresa dedicada a la atención sanitaria.
Clínica Ponferrada posee alrededor de 80 empleados en su plantilla. Desde su inauguración en 1996, ha tenido altibajos en una gestión que en 2011 llevó a al Grupo Laber Hospitales, propietario de la Clínica Asturias, a hacerse cargo de la gestión, dirección que después recuperaron en 2015 los accionistas y desde la que lanzaron una ampliación de capital en 2018 por importe de 490.000 euros.
El hospital cuenta con 6.665 metros cuadrados de instalaciones, construidos en una parcela de 8.621 metros. El área de hospitalización, compuesta de dos plantas, está dotada de 46 camas repartidas en 37 habitaciones individuales, cuatro dobles y una suite. El área quirúrgica posee dos quirófanos y un paritorio, sala de dilatación, R.E.A., parking propio, cafetería y restaurante.