El portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, reconoció este jueves que el 1 de diciembre estaba previsto el derribo de las cuatro torres de la central de Compostilla, pero se paralizó debido a que se admitió parcialmente parte de los recursos presentados por Endesa para garantizar que algunas de las torres se mantengan en pie por su valor patrimonial industrial.
Fernández Carriedo indicó que se paralizó la decisión de derribarla como consecuencia de la decisión de la Junta de Castilla y León en el ámbito de la protección del patrimonio histórico, y agregó que serán los técnicos los que deciden cuáles son las torres con valor patrimonial.
A pesar de ello, esto no implica, según Fernández Carriedo, que el resto de terreno, unos 750.000 metros cuadrados, tenga uso industrial.
“Lo que afecta a las torres de refrigeración es un espacio más limitado en todo el territorio de lo que fue todo el espacio de Endesa, en la medida en que al resto del terreno se le quiera dar un uso, se puede y ahora está garantizada la protección, en tanto que se incoa el expediente de las torres y se define qué torres tienen valor patrimonial industrial y si se establecen medidas de protección”, reseñó.
Además, recordemos que este miércoles la Junta permitió a Endesa seguir con los trabajos de desmantelamiento en la Central Térmica de Compostilla II, después de "haberse levantado la orden de paralización" por parte de la administración autonómico. Eso sí, sin tocar lo que califican de "elementos singulares".
