La Junta de Castilla y León desplegó el pasado verano las primeras cámaras de videovigilancia contra incendios. Con la vista puesta en la inminente campaña, tiene intención de ir completando el operativo para sumar en 2018 más de una decena de dispositivos entre cámaras y puntos de repetición de señal, según adelantó este miércoles el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien prevé para el próximo período estival una cantidad de similar a la de 2017 de fuegos, que no obstante serán más controlables y menos dañinos.
Lo dijo un día después del registrado en la jornada de este martes en Viariz (Corullón).
Tras reconocer que la implantación de las cámaras no había ido al ritmo deseado, el titular de Medio Ambiente del Gobierno emplazó más detalles a la presentación particular un mes antes de la propia de la campaña de incendios de verano, momento que también se aprovechará para la renovación del convenio con el Ministerio de Defensa para el uso del avión no tripulado, medio complementario a los de la Junta.
Suárez-Quiñones reconoce que las condiciones climáticas han jugado a favor en este año en comparación con la sequía arrastrada del pasado ejercicio, lo que se nota con un dato comparativo: de los 1.500 incendios hasta mayo en 2017 con los apenas algo más de 200 en el mismo período de 2018.