La provincia de León pierde 45 empresas pero suma 1.808 trabajadores en un año

Castilla y León cerró 2019 con un total de 68.038 empresas cotizantes a la Seguridad Social, lo que supone 567 menos que en 2018, con la mayor incidencia en Palencia, Burgos y Salamanca

18 de Enero de 2020
Actualizado: 21 de Enero de 2020 a las 13:47
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poligono635
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El tejido empresarial de Castilla y León se contrae y genera empleo a ritmos muy bajos en un claro contexto de desaceleración de la economía. La Comunidad cerró 2019 con un total de 68.038 empresas cotizantes a la Seguridad Social, lo que supone 567 menos que en 2018, con una merma porcentual del 0,8%, con la mayor incidencia en Palencia, Burgos y Salamanca. En este contexto, la provincia de León perdió 45 empresas (0,4%) hasta las 12.688. En cuanto al número de trabajadores cotizantes a la Seguridad Social en 2019 sumó 1.808 (1,7%) hasta los 107.956.

Estas actividades contaban el cierre del ejercicio con 644.944 trabajadores, lo que supone 8.535 más que en 2018, aunque el porcentaje de subida del empleo se redujo a menos de la mitad en 2019 respeto a 2018, a un 1,3 por ciento, frente al 2,7 por ciento del año anterior, según los datos recogidos por Ical, del Ministerio de Trabajo.

Todos los sectores productivos vieron encogerse su masa empresarial, con especial impacto en los servicios, que acabó el año con 48.643 actividades, 465 menos que en 2018, un 0,9 por ciento menos. Asimismo, la construcción, con 6.960 actividades, vio desaparecer 67 empresas cotizantes, con una reducción porcentual del uno por ciento. El sector primario cerró 2019, con 5.610 empresas, 20 menos que en 2018, con una bajada del 0,4 por ciento; y la industria, con 6.825 actividades, perdió 15, un 0,2 por ciento.

En cuanto al empleo, el mayor aumento relativo se produjo en la industria, un 1,9 por ciento, con la incorporación de 2.465 trabajadores, hasta un total de 129.931. Además, en la construcción aumentó un 1,6 por ciento, se crearon 596 empleos para unas platillas totales de 37.170. Por lo que se refiere a los servicios, cerraron el ejercicio con 460.626 asalariados, tras incorporar a 5.380 personas, con una subida relativa del 1,2 por ciento. Por último, la agricultura sumó 94 empleos, un 0,5 por ciento de avance, hasta los 17.217.

Los datos que facilita Trabajo también constatan que del total de trabajadores, un 70,7 por ciento, tenía un contrato indefinido, frente a un 29,3 por ciento temporal, cuando el año anterior estaban en una proporción 70-30 por ciento.

El 74,8 por ciento de los asalariados estaba contratado a tiempo completo y el 25,2 por ciento, a jornada parcial, frente al 74,4 y el 25,6 por ciento de 2018. El 56,3 por ciento contaba con un contrato indefinido a tiempo completo y el 14,4 por ciento, indefinido a tiempo parcial; mientras que el 18,5 por ciento tenía contrato temporal completo y el 10,8 parcial.

Riesgos para la patronal

Responsables de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) asumieron, en declaraciones a Ical, que “no es buena noticia” que una empresa tenga que echar el cierre de su negocio. Sin embargo, pusieron en valor el hecho de que las empresas estén creando empleo, una circunstancias que “podría estar dibujando cómo hay un núcleo importante de compañías en Castilla y León que están inmersas en un proceso de crecimiento empresarial, tan necesario para ganar músculo financiero y competitivo, y que requiere de una especial atención”.

Las mismas fuentes explicaron que el cierre de empresas responde claramente a que los factores que rodean al desarrollo de un negocio empresarial “no son siempre los más adecuados” y exigieron una adecuada financiación, una legislación más liviana y flexible, unas mínimas cargas fiscales y administrativas y unas modernas y suficientes infraestructuras facilitarán el despegue, desarrollo y consolidación de la actividad empresarial y, con ello, también del empleo.

En este contexto, advirtieron de que el programa presentado recientemente por PSOE y Unidas Podemos recoge una serie de medidas de carácter económico, fiscal y laboral que puede impactar “de forma muy negativa” en la economía y la creación de empleo.

“En la práctica, algunas de las vías de acción impactarán especialmente en las pymes y entre los autónomos y pueden acabar dando como resultado un aumento de la economía sumergida y menores oportunidades de acceso al mercado laboral”, sentenciaron.

Provincias

Un análisis provincial refleja que sólo Soria ganó dos actividades, un 0,1%, hasta las 2.959. Sin embargo, el mayor descenso porcentual lo sufrieron Palencia (4.823), 1,5%; Burgos (10.760) y Salamanca (10.334), un 1,1%, en ambos casos. En cifras absolutas, vieron mermado su tejido empresarial en 75, 115 y 110 empresas, respectivamente.

Asimismo, se redujeron en Ávila (5.090), un 0,9%; en Zamora (5.299), un 0,7%; en Valladolid (15.550), un 0,6%; y en León (12.688) y Segovia (5.464), un 0,4%, en ambos casos.

En cuanto al empleo, descendió unicamente en Palencia (44.517), un 0,1%; y se elevó en Valladolid (163.884), 2,1%; en Segovia (39.989), 1,9%; en León (107.956), 1,7%; en Salamanca (83.234) y Soria (27.260), 1,3% en ambas; en Ávila (33.161), 1,2%; en Burgos (110.241), 0,7%; y en Zamora (34.702), 0,4%.